Vacuna del coronavirus
El Gobierno de Boris Johnson dice que está dispuesto a colaborar, aunque primero se centrará en su plan de vacunación contra el coronavirus en Reino Unido. El primer ministro defiende que negociaron antes y mejor la compra de vacunas, por lo que no compartirá dosis con sus vecinos europeos hasta que no haya cumplido con su calendario.
La tensión entre Europa y Reino Unido se hace cada vez más evidente. La disminución en el número de dosis acordadas con AstraZeneca hace pensar a la Comisión Europea que se han vendido al mejor postor y tacha de "insatisfactorias" las aclaraciones de la farmacéutica.
La respuesta de Reino Unido tampoco ha sido la esperada. De acuerdo a las declaraciones de su primer ministro, la vacuna "se continúa fabricando en cantidades cada vez mayores", por lo que el proceso "se acelerará y los tiempos de producción continuarán mejorando".
Sin embargo, por el momento no se muestra partidario a colaborar con sus vecinos europeos, donde cada vez más escasean las dosis, hasta que no se cumpla su plan de vacunación.
Por el momento, ya son 7 millones de personas las que han recibido la vacuna contra el coronavirus en Reino Unido, donde se han llegado a habilitar supermercados para seguir pisando el acelerador en la administración del tratamiento.
Mientras, la Unión Europea mantiene la esperanza por que las cadenas de producción de AstraZeneca cumpla con sus compromisos de entrega al bloque comunitario. El consejero delegado de la farmacéutica, Pascal Soriot, ha asegurado que Reino Unido recibirá las vacunas esperadas porque firmó su contrato tres meses antes que la CE, algo en lo que ha insistido Johnson este jueves.
Boris Johnson viaja "innecesariamente" a Escocia
El primer ministro británico vende como un éxito del Brexit su agilidad en la vacunación. Allí donde escasean las dosis, en Reino Unido siguen sobrando. Para demostrar esa unión ha querido visitar este jueves Escocia. Con guantes, mascarilla y bata protectora, el jefe de Gobierno ha visitado el laboratorio Lighthouse del hospital Universitario de Glasgow.
Sin embargo, la visita no ha sido tan bien recibida por la ministra principal del país, Nicola Sturgeon, quien ha calificado de innecesario el viaje en un momento en que las restricciones están más presentes que nunca en Reino Unido para contener el avance del coronavirus.