NUNCA SE LE HA ACUSADO DE CARGO ALGUNO
El Gobierno del Reino Unido anunció que el último preso británico retenido en la base estadounidense de Guantánamo, Shaker Aamer, va a ser liberado. Aamer, de 46 años, fue detenido en Afganistán en 2001 y trasladado al año siguiente a la prisión en la isla de Cuba, donde ha permanecido durante trece años aunque nunca se le ha acusado de cargo alguno ni ha sido sometido a juicio.
El ciudadano de origen saudí está casado con una mujer británica, con la que tiene cuatro hijos, y es residente legal en el Reino Unido. Un portavoz del Ejecutivo británico informó de que las autoridades estadounidenses han notificado su intención de que Aamer quede libre y pueda regresar al Reino Unido.
"El Gobierno ha tratado regularmente el caso de Aamer con Estados Unidos y apoyamos el compromiso del presidente Barack Obama con el cierre de las instalaciones de detención en la Bahía de Guantánamo", señaló ese portavoz. "Sobre los siguientes pasos, entendemos que el Gobierno estadounidense ha notificado al Congreso su decisión y que, una vez concluya el plazo de notificación (30 días), Shacker Aamer volverá al Reino Unido", añadió.
El saudí se estableció con su esposa en Londres en 1996 y viajó en 2001 a Afganistán para trabajar con una organización islámica sin ánimo de lucro de ayuda a la infancia. En la ciudad de Kabul fue detenido por el Ejército de Estados Unidos, ante las sospechas de que apoyaba a los talibanes, y llevado a Bagram, la mayor base estadounidense en Afganistán, donde fue sometido a interrogatorios. Las autoridades estadounidenses creen que Aamer lideró una unidad de combate talibán y llegó a reunirse con el antiguo líder de la banda terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden.
Sus abogados han asegurado que Aamer sufrió torturas y fue golpeado durante unos interrogatorios en los que estuvieron presentes funcionarios del Reino Unido. El detenido fue trasladado más tarde a la cárcel de Guantánamo, donde durante más de cuatro años permaneció recluido en una celda aislada, porque los guardianes de la prisión consideraban que ejercía una influencia excesiva sobre el resto de presos. Diversas organizaciones en favor de los derechos humanos han defendido en los últimos años su liberación.
La directora de Amnistía Internacional (AI) en el Reino Unido, Kate Allen, afirmó que su próximo regreso al Reino Unido es un "gran alivio". "En el pasado, Aamer ha estado a las puertas de la muerte durante una huelga de hambre", agregó Allen, para quien los trece años que ha pasado el preso en Guantánamo representan una "subversión de la justicia".