LOS BRITÁNICOS PREFIEREN QUE LA SUCEDA GUILLERMO
Con mucha pompa y como es tradición, la reina de Inglaterra, Isabel II, presenció en el centro de Londres la formal ceremonia militar que cada año marca el cumpleaños oficial de la soberana, que estuvo acompañada de su esposo, el duque de Edimburgo.
La monarca, de 88 años, abandonó el palacio de Buckingham, su residencia oficial en Londres, junto con el príncipe Felipe, que el pasado día 10 cumplió 93 años, en una carroza de estilo clásico. Isabel II pasó revista a los 1.000 soldados de la Guardia Real que participaron en el desfile estival, llamado "Trooping The Colour". Es tradición que Isabel II celebre en dos ocasiones la fecha de su cumpleaños: una, de manera privada, el 21 de abril, el día en que nació, y por segunda vez en junio.
La soberana festejó la ocasión ataviada con una abrigo de seda azul, vestido y sombrero a juego, firmados por la diseñadora Angela Kelly. A la solemne y formal ceremonia de la Guardia Real acudieron montados a caballo el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, heredero al trono británico y que es, además, coronel de la Guardia Galesa, la princesa Ana, y el duque de Cambridge.
La duquesa de Cambridge, Catalina, llegó al evento en un carruaje tirado por caballos acompañada de Camilla, duquesa de Cornualles, y sin el pequeño Jorge. En el pomposo acto, el esposo de Isabel II actuó, como es tradición, de anfitrión en su papel de coronel de la Guardia de Granaderos.