SEGÚN UN INFORME ELABORADO POR ACNUR
El 94% de los sirios que llegaron por mar a Grecia durante el mes de enero alegaron que escapaban de la violencia y el conflicto en su país, donde se ha hecho imposible vivir al margen del nivel de cada hogar antes de la guerra: un 80% tiene estudios secundarios o universitarios.
Así lo recoge un informe elaborado por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y que examina el perfil de los refugiados afganos y sirios que continúan llegando a Grecia. A las costas de este país han arribado más de 100.000 personas desde que comenzó el año, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La amplia mayoría de estos refugiados han citado el conflicto y la violencia como motivos de su viaje -un 94% de sirios y un 71% de afgano--. De hecho, un 85% de los refugiados procedentes de Siria fueron antes desplazados internos.
Un 41% de los sirios abandonó su primer país de llegada por la falta de acceso de un empleo y los posibles abusos, mientras que la segunda razón aludida -por un 16%- ha sido la discriminación, según la encuesta, elaborada a partir de 400 entrevistas entre el 15 y el 31 de enero.
Todos buscan, en definitiva, un futuro mejor al que tendrían en su país, muchos de ellos con un título bajo el brazo. El estudio cifra en el 79% la proporción de sirios con estudios de educación secundaria o universitarios, frente al 44% de los afganos.
Familias
El 87% de los sirios entrevistados se han embarcado en este peligroso viaje junto a parientes. Hasta una de cada cinco familias están encabezadas por una mujer, cada vez más presentes en el flujo migratorio que recibe Europa.
Las mujeres y niños suponen ya el 51% de los refugiados sirios llegados a las islas de Grecia y el 40% de los afganos, recoge el estudio de ACNUR, que la agencia se ha comprometido a actualizar cada seis meses.
La reunificación familiar es, asimismo, un motivo crucial para la elección del país de destino. Un 41% de los refugiados sirios han citado esta reunificación como la principal razón para decidir dónde poner punto final a un periplo que sólo este año se ha cobrado ya más de 400 vidas.