SEGÚN LA ONU

El 52% de los refugiados sirios en Líbano vive en la extrema pobreza

Naciones Unidas ha denunciado que casi el 96% de los más de 1,5 millones de refugiados sirios que viven en Líbano sufre inseguridad alimentaria y el 41% vive en lugares inadecuados.

El 52 % de los más de 1,5 millones de refugiados sirios que residen en Líbano sobrevive en la extrema pobreza, y casi el 96% sufre de inseguridad alimentaria, según denunció Naciones Unidas.

Desde que la guerra en Siria estalló hace un lustro, 1,5 millones de refugiados sirios han cruzado la frontera sur con Líbano, lo que ha provocado un incremento de la población local de un 28%. De este millón y medio de personas, el 79% son mujeres y niños, y la gran mayoría son pobres.

Más de la mitad, el 52%, sobreviven con menos de 2,4 dólares por día, por lo que viven, según los estándares de la ONU, en la extrema pobreza. Esta cifra se ha doblado desde 2014. "El desplazamiento prolongado, la falta de perspectivas y de posibilidad de integración hace que su situación empeore día a día", explicó en rueda de prensa el responsable humanitario de la ONU en el país, Philippe Lazzarini.

Además, casi la totalidad de los refugiados sirios sufre de inseguridad alimentaria, lo que significa que tiene dificultades para alimentarse correctamente. El 41% vive en lugares inadecuados, y el 12 % en otros que son inseguros.

La mitad de la población refugiada siria son niños (54%), y 250.000 de ellos no van a la escuela. Esta situación desesperada provoca que "muchas familias tienen que implementar mecanismos negativos para sobrevivir, como los matrimonios adolescentes -de niñas de hasta 12 años-, o el trabajo infantil".

Consultado sobre datos concretos sobre estos dos fenómenos, el responsable no pudo responder, argumentando que si bien tienen muchas evidencias, no cuentan con datos fiables para compartir. Añadió, no obstante, que los expertos en protección de la ONU están prestando especial interés en este aspecto para prevenir o modificar estas soluciones.

Lazzarini agradeció "la extraordinaria solidaridad del pueblo libanés", y recordó que el país acoge el mayor número de refugiados per cápita del mundo, dado que su población nacional es de tan solo 4 millones.

Dicho esto, lamentó la dificultad de obtener y el elevado precio de un permiso de residencia, lo que provoca que dos tercios de los refugiados sirios no cuenten con la autorización legal para residir en el país. "Esto les dificulta mucho la tarea de buscar un trabajo, incrementa el control policial, etc..", explicó Lazzarini.

Asimismo, otro de los escollos ha sido que el país -que ha estado sin gobierno durante 29 meses- no ha establecido una verdadera política para los refugiados, algo que a entender del responsable, va a cambiar en los próximos meses.

En Líbano además, hay una población de 300.000 refugiados palestinos -278.000 que ya estaban y otros 31.500 huidos de Siria- a los que hay que auxiliar; y un millón y medio de libaneses pobres que también necesitan ayuda. Para poder socorrer a estos tres millones y medio de personas, la ONU ha establecido un plan para el cuatrienio 2017-2020 para el que pide 2.800 millones de dólares.

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