SE DENUNCIARON DECENAS DE ABUSOS
La empresa encargada de velar por la seguridad en la ciudad alemana de Colonia la pasada Nochevieja, durante la que se registraron de forma masiva acoso, abusos sexuales y robos, contrató para esa noche a 59 refugiados sin experiencia previa por 5 euros la hora, denuncia el diario 'Bild'.
El único criterio que debían cumplir los interesados en trabajar esa noche como personal de seguridad era "el dominio de la lengua alemana, al menos a nivel medio", además de traer "ropa de abrigo", según la oferta de empleo de la compañía 'Rheinischer Sicherheitsdienst'.
La empresa contrató a estos refugiados, principalmente de países del norte de África, Siria y Afganistán, a cambio de un pago muy por debajo del salario mínimo establecido entonces en Alemania de 8,50 euros, aunque pasó después una factura a la administración local de 15,40 euros por persona y hora.
Según un exresponsable de la empresa 'Westturm', subcontratada por la compañía de seguridad, sus empleados sencillamente acudieron a tres centros de acogida en la localidad de Ratingen y llevaron a los refugiados en minibuses hasta los puentes que debían vigilar. "No sabíamos exactamente quiénes eran esas personas. Recibieron chalecos con la inscripción 'Security' y algunos también aparatos de radiocomunicación", indicó.
Empleados de la oficina para delitos menores debían instruir a los refugiados en sus tareas, que consistían, entre otras, en bloquear los puentes. Según el informe de la compañía de seguridad, algunos de los refugiados no cumplieron con el contrato.
Así, por ejemplo, cinco de los veinte que debían velar por la seguridad en uno de los puentes desaparecieron con sus chalecos al poco de comenzar el turno. Aún así, la empresa pasó factura a la ciudad de Colonia por cinco horas de trabajo también por cada una de estas personas. Un portavoz de las autoridades locales dijo en declaraciones al 'Bild' que la colaboración con la empresa de seguridad nunca había resultado problemática en el pasado.
En lo que respecta a las personas contratadas para velar por la seguridad en la pasada Nochevieja, señaló que las autoridades locales únicamente controlaron el número, no su cualificación, pues confiaban plenamente en la empresa encomendada con esa tarea.
La última noche del año desembocó en Colonia en una situación de caos, con posteriores denuncias por acoso, abusos sexuales y robos, cometidos principalmente por nacionales de países norteafricanos, aunque entre los agresores había también algunos sirios, afganos y de otras nacionalidades.
La Policía colonesa quedó esa noche desbordada por la situación y la Justicia no ha logrado tampoco aclarar lo ocurrido; se dictaron apenas tres sentencias por delitos sexuales, mientras que el resto correspondieron a robos con intimidación o acoso.
Para esta Nochevieja, está previsto un despliegue en Colonia de 1.500 agentes con el fin de evitar abusos sexuales como los de 2015 y ante la alerta redoblada generada por el atentado de Berlín contra un mercado navideño la semana pasada, que dejó doce muertos y casi una cincuentena de heridos.