EN UNA CONCURRIDA PLAZA DE BERLÍN
Un refugiado sirio ha llevado a cabo un experimento social en Berlín que ha causado furor en internet. Para ello, se fue a una de las plazas más concurridas de la capital alemana y allí, con los ojos vendados y los brazos abiertos, pidió un abrazo a aquellas personas que le observaban.
Pasa algún tiempo hasta que alguien se atreve a darle el primer abrazo, se trata de un turista. Sin embargo, una vez que alguien da el primer paso, muchos alemanes se animan y finalmente recibe una gran cantidad de abrazos.
El refugiado ha concluído que los alemanes son personas que necesitan algo de tiempo, pero que después, no hay quien los pare y pueden ser muy abiertos. Por ello, añade, está convencido de que la integración tendrá éxito en algún momento.