OLA DE CAMBIO EN EL MUNDO ÁRABE
En los alrededores de Bengasi y en la carretera que la une con Ajdabiya, a 160 kilómetros al sur, se podían ver varios tanques y vehículos calcinados tras tres días de ataques aéreos de las fuerzas internacionales sobre las fuerzas de Muamar el Gadafi, que asediaban el bastión rebelde desde el pasado jueves, según las imágenes difundidas por la cadena de televisión catarí Al Yazira. Probablemente, las tropas del régimen abandonaron los blindados y el resto de equipamiento militar poco antes de que atacasen los aviones de la coalición, ya que no han aparecido cadáveres hasta el momento en la zona.
En torno a Ajdabiya, cuyo control se atribuyeron ambos bandos en varias ocasiones antes del comienzo de la operación "Amanecer de la Odisea", los combates entre insurgentes y fuerzas del régimen continuaban, según testigos citados por la cadena catarí. Un corresponsal del diario británico The Telegraph aseguró que no pudo llegar a Ajdabiya al producirse en la carretera una emboscada de las tropas de Gadafi sobre los rebeldes, en la que afirmó que murieron cuatro de éstos últimos.
Las tropas gadafistas parecen haber buscado refugio en las ciudades, donde se encuentran en principio a salvo de los bombardeos aéreos internacionales y pelean por el control de Ajdabiya con los insurgentes armados que todavía permanecen en la localidad. Según Abdelhafid Ghoga, vicepresidente y portavoz del Consejo Nacional Transitorio (CNT), órgano de dirección de los rebeldes en el este del país, la entrada oriental de esa ciudad ha sido recuperada por sus tropas. Ghoga dijo que a las milicias gadafistas que todavía continúan parapetadas en algunos edificios de Bengasi se les ha dado de plazo hasta la noche de mañana, martes, para rendirse y advirtió de que, en caso contrario, serán considerados "enemigos de la revolución".
El portavoz del CNT rechazó cualquier diálogo o posible contacto de los rebeldes con el régimen de Trípoli, en referencia a la "marcha verde" hacia Bengasi a la que instó hoy Muamar el Gadafi para "arreglar pacíficamente" el conflicto. Gadafi llamó a los libios de todas las regiones del país a organizar una"marcha verde popular estratégica" hacia la ciudad de Bengasi con ramas de olivo en las manos para impedir "la agresión extranjera", según la agencia oficial libia Jana.
La marcha debería reagrupar a decenas de tribus libias para "arreglar los problemas de forma pacífica y no dar ocasión a los enemigos que atacan Libia y buscan apoderarse de sus riquezas". "El dictador y sanguinario Gadafi busca sembrar la cizaña y la división en el seno de los libios.
Advertimos a todas las personas que se aproximen a Bengasi en el marco de esta marcha que serán consideradas como enemigos", afirmó Ghoga a la cadena emiratí Al Arabiya. El portavoz rebelde sostuvo que en la ciudad de Misrata, la tercera del país, a 210 kilómetros de Trípoli, la situación es "crítica", ya que no hay electricidad, agua corriente ni gasolina. Según los rebeldes, las tropas de Gadafi, que han tomado la principal avenida del centro de esa ciudad, utilizan a algunos habitantes de localidades vecinas como escudos humanos y se han registrado varios muertos en los intensos combates de hoy por su control.
Misrata se mantuvo en poder de los rebeldes durante bastantes días hasta poco antes del comienzo de la operación de la coalición internacional, cuando las fuerzas de Gadafi la asediaron con cerca de 40 tanques y artillería pesada. Según fuentes insurgentes, las tropas del régimen consiguieron entrar en algunas zonas de la ciudad el domingo, protegiéndose con ello también de un posible ataque de las fuerzas aliadas. Las mismas fuentes indicaron que hoy, lunes, se registraron igualmente combates en la localidad de Zenten, también en el oeste del país.