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Elecciones europeas

El rearme marcará la próxima legislatura en Europa

Los 27 países que forman la Unión Europea elevan sus presupuestos en defensa como respuesta a los desafíos geoestratégicos que marcan y seguirán marcando el devenir político en los próximos años. Un cambio en el ADN de las políticas comunitarias que heredaron los postulados posteriores a la Segunda Guerra Mundial y que no todos los socios afrontan de la misma manera. Hay que tener en cuenta que estamos ante 27 ejércitos y 27 puntos de vista diferentes, algo que en sí mismo ya es un desafío.

Un tanque Leopard 2EFE

El año en que la Unión Europea celebra sus elecciones más importantes en décadas empezó con los preparativos de las mayores maniobras militares de la OTAN desde la guerra fría. Cerca de 90.000 soldados de los 32 países aliados han participado entre febrero y mayo en distintos ejercicios en el flanco este de la Unión Europea. Su objetivo: simular un conflicto contra "un adversario cercano" al que nadie pone nombre pero que, si nos atenemos a la actividad bélica de los dos últimos años, todos podemos adivinar de quién se trata.

La invasión rusa de Ucrania ha propulsado un giro en las políticas de defensa y seguridad de la OTAN. La Alianza Atlántica, cuestionada pocos años antes por ciertas voces, pasaba a un primer plano para apoyar a Kiev a base de empujar a los aliados a saltarse una y otra vez sus líneas rojas a la hora de entregar armas a Ucrania. Primero fueron los envíos de municiones, después los entrenamientos a soldados ucranianos en los diferentes países aliados. Cuando parecía imposible, se dio luz verde a enviar los tanques Leopard alemanes, los Bradley americanos y los Challenger británicos; toda una gesta solo superada, hasta ahora, por el envío de los ATACMS, misiles de largo alcance, y de los F-16 que está previsto que lleguen a Ucrania este verano.

Esos envíos de material bélico han supuesto a su vez una bofetada de realidad para muchos socios europeos que han visto como sus reservas de armamento menguan y la producción de nuevas armas y municiones requiere de un tiempo de espera que el ejército ucraniano no tiene. Después de dos años de invasión, las líneas del frente apenas se había movido pero en los últimos meses, la falta de armamento en el lado ucraniano ha favorecido el avance ruso, que ha logrado sus mayores éxitos en más de un año y medio amenazando incluso Járkov, la segunda ciudad más importante de Ucrania.

Esa mirada a los arsenales comunitarios, llevó a la Comisión Europea a presentar su primera estrategia de defensa de la Unión. Ese plan propone tres puntos claves: adquirir en común al menos el 40% de los equipos de Defensa de aquí a 2030; garantizar que, para 2030, el valor del comercio de defensa dentro de la UE represente al menos el 35% del valor del mercado de defensa de la UE y también avanzar de manera constante hacia la adquisición de al menos el 50% de su presupuesto de defensa dentro de la UE para 2030 y el 60% para 2035.

La mirada no solo se centra en Rusia

El contexto es crucial para enmarcar esos pasos. Además de la preocupación por las aspiraciones rusas en Ucrania y en otros países de la esfera post soviética, está la inquietud por las tensiones derivadas de la guerra en Oriente Próximo y del posible cambio de presidente en la Casa Blanca en las elecciones de noviembre de este mismo año. Trump, que cuestionó sin descanso el papel de la Alianza, ya ha lanzado sus proclamas de que no defenderá a los países que no aumenten su gasto en defensa. En este sentido, la Comisión Europea busca cierta independencia en asuntos militares respecto a Washington. "Independientemente de la dinámica electoral en Estados Unidos tenemos que responsabilizarnos más de nuestra seguridad, al tiempo que seguimos comprometidos con la OTAN. Creo que Europa está lista para dar un paso adelante. Haciéndolo, los estados miembros invertirán en innovación y creación de empleo", expuso la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, en la presentación del plan.

En ese sentido y para capear las diferentes sensibilidades de los estados miembros, la actual presidenta de la Comisión y candidata a la reelección, Úrsula Von der Leyen, ha propuesto la creación de una figura inexistente hasta la fecha, la del comisario de Defensa. Mientras países como Alemania o Polonia siguen comprando armas a EEUU, otros aliados como Francia defiende la estrategia del 'Fabricado en Europa', es decir, de la autosuficiente en el ámbito militar.

El complicado puzle geoestratégico sale reflejado también en el último Eurobarómetro hecho público. Según esa encuesta, el 71% de los europeos apoyan impulsar el rearme en Europa. Y tú, ¿qué opinas? ¿Lo hablamos?

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