Palestina-Israel
El mundo centra su mirada en los bombardeos, ataques y ejecuciones que se están dando en Israel y en la Franja de Gaza. La brecha entre bloques se abre aún más en Oriente Medio.
La ofensiva del grupo islamista palestinoHamás sobre Israel no tiene precedentes por su organización y capacidad de sorprender a Tel Aviv. La respuesta del primer ministro Benjamin Netanyahu fue rápida y sin grises: "Estamos en guerra". Ahora el ambiente bélico recuerda a la guerra del Yom Kipur de 1973. Debido a la trascendencia de lo ocurrido, la comunidad internacional ya ha reaccionado. Desde Estados Unidos, el gran socio israelí, pasando por su gran enemigo Irán y hasta por un posible nuevo socio tras estrechar relaciones como Arabia Saudí. Europa también ha reaccionado.
Siria y Egipto, actores principales en aquella guerra del Yom Kipur, también pertenecen a la Liga Árabe como los palestinos. Así como la gran mayoría de países que les prestaron su apoyo en el 73. Tras el ataque de Hamás y los intensos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, el rey Mohamed VI de Marruecos ha convocado una reunión urgente de la Liga Árabe. El objeto del encuentro -defiende- es de coordinar la situación en Gaza y encontrar medios para "frenar esta escalada grave".
Arabia Saudí pertenece también a la Liga Árabe. Ahora se encuentra en una situación compleja. La guerra ha puesto en peligro el plan estadounidense de acercar Israel y Arabia Saudí, que en los últimos meses habían estrechado lazos. El Reino Saudí pidió el sábado "el cese inmediato de la escalada".
Israel tiene un enemigo principal bajo el marco geopolítico: Irán. No solo eso, también lo es de Arabia Saudí. El régimen chií de los Ayatolás mantiene una 'guerra fría' con los saudíes suníis por el poder político, económico, social y militar en Oriente Medio. Irán no se ha escondido en ningún momento y ha celebrado la ofensiva de Hamás en Israel. Se han llegado a lanzar fuegos artificiales. Desde hace años la teocracia iraní financia grupos como los milicianos libaneses del Hezbolá que luchan contra las fuerzas israelíes.
Cientos de personas celebraron en las calles de Teherán el ataque de Hamás al grito de "Dios es más grande". Mostraron su apoyo a la operación 'Tormenta de Al Aqsa'. Se pudieron ver fotos incluso del general Qasem Soleimani, asesinado en una operación estadounidense.
Estados Unidos ha salido en tromba a defender a Israel y condenar el ataque de Hamás. Su presidente Joe Biden ofreció "todos los medios de apoyo" al Estado israelí para hacer frente a la amenaza. El comunicado de la Casa Blanca fue conciso y contundente. Incluso con alusiones a Hezbolá o a Irán. Biden advierte "a cualquier actor hostil a Israel que pretenda aprovecharse de la situación".
El Pentágono aseveró que trabajará "para garantizar que Israel tenga lo que necesite para defenderse y proteger a los civiles de la violencia y el terrorismo indiscriminados".
Europa, como Estados Unidos, considera a Hamás como una organización terrorista y ha condenado categóricamente el bombardeo, las ejecuciones y los secuestros en Israel. La Unión Europea (UE) se alinea con Israel. Los líderes europeos han reiterado el derecho del país hebreo a defenderse. Así lo manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. "Condeno sin paliativos el ataque llevado a cabo por Hamás contra Israel, se trata de terrorismo en su forma más despreciable e Israel tiene el derecho de defenderse de ataques tan odiosos", remarcó.
Asimismo, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, avisó a Hamás de que los ataques lanzados este sábado desde Gaza contra Israel "socavan los intereses" de los propios palestinos.