Guerra Israel-Hamás
Comienza el Ramadán y muchos creyentes del islam quieren practicar rezos en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén, pero el despliegue policial, a pesar de alegar que sí que se permite rezar, les han bloqueado.
Oriente Próximo está marcado por el enfrentamiento y esto hace que el Ramadán este año sea completamente diferente al resto. Prueba de ello son los enfrentamientos que se han vivido esta pasada madrugada en la conocida mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, cuando las fuerzas israelíeshan bloqueado e impedido que los fieles pasasen a ésta.
Según fuentes de la agencia palestina Wafa, las FDI han detenido a fieles palestinos que intentaban practicar el Ramadán rezando en la mezquita de Al-Aqsa, considerado el tercer lugar más sagrado para los musulmanes. El enfrentamiento se producía cuando algunos de los religiosos intentaban entrar en la mezquita y fueron golpeados por los soldados israelíes que había en la puerta. Otros se quedaron fuera rezando.
Concretamente el objetivo era entrar en la mezquita para rezar lo que se conoce como el Taraweeh, una oración especial que realizan los musulmanes en el Ramadán.
Este operativo policial desplegando este pasado domingo consistió en añadir fuerzas adicionales alrededor de la mezquita del Jerusalén ocupado. El Canal 12 de Israel explicó que este despliegue se llevó a cabo debido a las preocupaciones existentes sobre un estallido de seguridad.
Miles de policías se han dispersado por las calles de Ciudad Vieja de Jerusalén debido a la espera de miles de fieles que quieran rezar en la conocida mezquita.
Esta zona también es considerada sagrada por los judíos y la conocen como Monte del Templo.
El Ramadán es el noveno mes del año musulmán que comienza con la luna nueva. Los musulmanes lo celebran como el mes en el que el profeta Mahoma recibió la primera de las revelaciones del Corán. Se trata de un mes sagrado de ayuno donde los musulmanes no pueden comer ni beber en las horas diurnas, además de no mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el anochecer. Solo pueden comer antes del amanecer y romper el ayuno inmediatamente antes de la puesta del sol. El ayuno tradicional se rompe con dátiles y agua. El final se considera como un día de fiesta, donde los musulmanes de reúnen en grandes espacios o mezquitas a rezar, se suelen intercambiar regalos.
El comienzo del Ramadán va de la mano con la visita de lugares sagrados para los creyentes de esta religión. Uno de esos lugares sagrados es la Mezquita de Al-Aqsa, donde se ha llevado a cabo ese bloqueo a los fieles que intentaban pasar a rezar. El director general del Waqf, de Jerusalén (fundación religiosa que supervisa Al-Aqsa) ha declarado lo siguiente: "esta es nuestra mezquita y debemos cuidarla", según ha informado La Voz de América. "Debemos proteger la presencia de musulmanes en esta mezquita, que deben poder entrar en gran número de forma pacífica y segura", sentencia. Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado del islam.
Tras los ataques perpetrados por Hamás en Israel el pasado 7 de octubre, se ha desarrollado una guerra en Franja de Gaza que ya lleva más de 31.100 muertos, según fuentes del Ministerio de Salud del enclave, controlado por Hamás. Además de haber 72.760 heridos. Por otro lado, Israel lanzó su ofensiva contra el enclave gazatí pero también se tienen que contar los muertos que hay en Cisjordania y en Jerusalén, que ya son 415 y 4.600 heridos.
A diferencia de otros años, este 2024 el Ramadán se viste de luto. En Ciudad Vieja de Jerusalén no se ha colocado el alumbrado habitual en estas fechas. Mediante un comunicado, la policía israelí ha asegurado que "seguirá actuando y permitiendo la observancia de las oraciones del Ramadán de forma segura en el Monte del Templo, al tiempo que mantiene la seguridad y la protección en la zona", sin embargo, en esta pasado noche del domingo, a la mayoría de personas se les bloqueo este derecho a su rezo.
No hay paz en Franja de Gaza, ni siquiera en el Ramadán. Aunque en campos de refugiados como el de Jan Yunis, los adultos intentan esconder a los niños el horror de la guerra, intentando alumbrar sus tiendas de campaña y haciendo que los más pequeños se olviden de la realidad que viven.
Pese a las esperadas negociaciones con los mediadores de Catar, Egipto y EE.UU, no se ha alcanzado ninguna tregua que permita un respiro a los palestinos. Causa de ello es la negativa de los israelíes a un alto el fuego permanente a cambio de rehenes y la negativa de Hamás de aceptar una primera tregua temporal de 40 días.
Todo esto en un contexto donde las personas se están muriendo de hambre. En redes sociales, el jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha explicado que "para el pueblo de Gaza, el Ramadán comienza cuando el hambre extrema se extiende, el desplazamiento continúa y el miedo y la ansiedad prevalecen en medio de las amenazas de una operación militar en Rafah".
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