A RAÍZ DEL CASO DE FRANK VAN DEN BLEEKEN
Una quincena de presos belgas han solicitado que se les aplique la muerte asistida tras el caso del interno al que se le permitirá acogerse a la eutanasia, al certificar varios médicos que padece un sufrimiento crónico que no tiene cura.
La unidad encargada de aconsejar a las personas que deciden poner fin a su vida de forma asistida, la Ulteam, ha recibido otras 15 peticiones de eutanasia desde que ayer el Ministerio de Justicia y la defensa de un preso condenado por varias violaciones y un asesinato acordasen su traslado a un hospital para ayudarle a morir.
El preso, Frank Van Den Bleeken, de 50 años, solicitó la eutanasia hace tres años, pero entonces le fue denegada porque se consideró que primero había que agotar todas las vías terapéuticas para intentar curarle.
Den Bleeken, que ya lleva tres décadas en prisión, solicitó entonces el traslado a un centro de cuidados adaptados en Holanda, pero esta opción también le fue denegada.
Ahora tres médicos se han pronunciado a favor de aplicar la eutanasia, que es uno de los requisitos que se requiere en Bélgica para autorizar la muerte asistida. "Bastantes psiquiatras y médicos han declarado que mi cliente padece un sufrimiento permanente y no hay nada que pueda curarle", aseguró su abogado, Jos Vander Velpen, en declaraciones a la cadena Rtbf.
"La Justicia está de acuerdo en que sea trasladado a un hospital en el momento en que los médicos decidan aplicarle la eutanasia", añade.
El Tribunal de Apelaciones de Bruselas que ya ha registrado el acuerdo alcanzado por ambas partes, aún tiene que pronunciarse oficialmente el próximo 29 de septiembre.