Siria
Se trata de un grupo de más de 3.000 voluntarios que trabajan sin descanso para sacar con vida a las personas atrapadas entre los escombros.
La situación en Siria es terrible por el terremoto. Los equipos de rescate se desviven por sacar con vida a las personas que están bajo los escombros. Una tarea que, en las zonas del país controladas por los rebeldes, recae sobre los hombros de los Cascos Blancos.
¿Quiénes son los Cascos Blancos de Siria?
En Siria, la Defensa Civil Siria, también conocida como los Cascos Blancos, se está dejando la piel para rescatar con vida al mayor número de personas posible. Se fundó hace una década para salvar las vidas de civiles durante la guerra civil siria y se trata de un grupo de más de 3.000 voluntarios con profesiones variadas: desde panaderos a ingenieros, pasando por sastres o profesores.
Los años de guerras les han convertido en expertos en desastres y fueron, incluso, candidatos al premio Nobel de la Paz y, ahora, llevan el peso de los rescates, aunque piden más medios. "Urgimos a la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias para que ayuden cuanto antes a todos los sirios afectados", expresa Abada Zikri, voluntario de los Cascos Blancos.
Siria se divide en zonas controladas por el régimen de Bashar al Assad y otras que son dominio de los rebeldes. En estas regiones se ha dependido casi totalmente de las labores de los Cascos Blancos para poder sacar, sanos y salvos, a los supervivientes que yacen bajo los escombros.
3.317 muertos en Siria por el terremoto
Muchos de estos rescates son grabados por cámaras que llevan los propios voluntarios, dejando imágenes emocionantes en las que, por ejemplo, tranquilizan y cantan a los niños que se encuentran atrapados entre las ruinas y celebran con vítores cuando los rescatan.
Su valentía les lleva a poner la vida de los demás por delante de la suya propia, haciendo que, en ocasiones, los voluntarios tengan que rescatar a compañeros muertos. Asimismo, en la zona fronteriza con Turquía, a muchos heridos los llevan a La Cueva, un hospital subterráneo que se construyó para atender a víctimas de la guerra.
En Siria, las víctimas mortales son 3.317, de ellas 1.970 en las zonas del noroeste del país controladas por los rebeldes. Los muertos que está causando el terremoto se acumulan y no queda espacio en los cementerios, por lo que cientos de ellos tienen que ser depositados en fosas comunes. Además, el país sufre una epidemia de cólera y es vital retirarlos de la calle cuanto antes.