Corea del Sur
El líder surcoreano enfrenta una crisis sin precedentes tras intentar cerrar la Asamblea Nacional.
Yoon Suk-yeol nació en Seodaemun, Seúl, el 18 de diciembre de 1960. Hijo de destacados académicos, se formó en derecho en la Universidad Nacional de Seúl. Tras iniciar su carrera como fiscal en 1994, ganó notoriedad al investigar casos de corrupción que involucraban a figuras políticas y empresariales de alto perfil, incluido el escándalo de Choi Soon-sil, que derivó en la destitución de la expresidenta Park Geun-hye en 2016.
En 2022, Yoon ganó las elecciones presidenciales como candidato del conservador Partido del Poder Popular, aunque fue uno de los triunfos más ajustados en la historia política de Corea del Sur ya que la derrota frente a su rival fue con menos de un punto porcentual de ventaja, lo que se traduce en la victoria más reñida desde 1987.
Sin embargo, este resultado no fue interpretado como un triunfo del Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon, sino como un rechazo hacia el Partido Democrático de centroizquierda que gobernaba hasta entonces.
Su mandato se ha caracterizado por su firme postura contra Corea del Norte y sus intentos de reformar la economía y las instituciones, aunque no sin polémicas, como el rechazo público a sus propuestas para extender la jornada laboral semanal.
El 3 de diciembre de 2024, Yoon proclamó la ley marcial en respuesta a supuestas actividades antiestatales vinculadas al régimen norcoreano. La medida, que suspendía libertades y otorgaba control absoluto al Ejército, generó indignación tanto en la población como en el ámbito político. Miles de manifestantes se congregaron frente a la Asamblea Nacional en Seúl, enfrentándose a las fuerzas armadas desplegadas por el Gobierno.
"He aceptado la decisión tomada por la Asamblea Nacional de disolver y levantar la ley marcial", afirmó Yoon tras anular la medida, que había sido revocada por mayoría absoluta en un pleno extraordinario.
El ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, ha ofrecido su dimisión y ha pedido disculpas a los surcoreanos "por causar confusión y preocupación" con la aplicación de la ley marcial, medida que también ha motivado una moción de destitución en su contra por parte de la oposición.
Kim puso su cargo a disposición del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y se mostró dispuesto a "asumir la responsabilidad por todos los asuntos relacionados con la ley marcial", a través de un comunicado publicado por el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano. "Todos los soldados que cumplieron con sus deberes relacionados con la ley marcial siguieron las instrucciones del Ministerio, y toda la responsabilidad recae sobre mí", dijo Kim.
La oposición surcoreana, liderada por el Partido Democrático, ha iniciado una moción de censura contra Yoon, acusándolo de intentar dar un autogolpe. Además, la principal confederación sindical del país ha convocado una huelga general indefinida, exigiendo la renuncia del presidente.
En el plano internacional, la Unión Europea y Estados Unidos expresaron su preocupación por los acontecimientos. "Reafirmamos nuestro apoyo al pueblo de Corea del Sur y al Estado de derecho", declaró el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Aunque Yoon sigue en el cargo, su intento de decretar la ley marcial está generando una crisis institucional en una de las democracias más sólidas de Asia. La moción de censura y las manifestaciones reflejan un país dividido que busca recuperar la estabilidad.
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