Reina Isabel II
Carlos III ha sido proclamado nuevo rey del Reino Unido, pero los escándalos que han rodeado su vida han mermado su popularidad entre el pueblo británico.
Tras el fallecimiento de Isabel II el pasado 8 de septiembre, su hijo Carlos III ha sido proclamado nuevo monarca del Reino Unido este sábado después de firmar el juramento ante el Consejo de Ascensión. El nuevo rey asciende al trono con unos niveles de popularidad muy por debajo de los de su madre, lo que ha generado cierto debate entre el pueblo británico.
Cuestionado en múltiples ocasiones, el Rey asciende al trono con ciertas reticencias entre sus súbditos, quienes no ven del todo claro que Carlos III sea el digno sucesor de la figura de Isabel II, la cual era para la mayoría quien mantenía unida a la nación.
Una huella difícil de llenar
El legado de la reina Isabel es bastante amplio. Con un reinado de 70 años y 214 días, el segundo más largo de la historia y el primero en la historia británica, la Reina deja el listón muy alto para un nuevo soberano que ha visto su vida envuelta en escándalos varias veces.
Por eso, solo el 65% de los ingleses confían en él como rey, frente al 86% de admiración con la que contaba su difunta madre. Una diferencia de más del 20%, que le coloca en una situación complicada en los primeros pasos de su reinado.
Pero en esta batalla de popularidad, se enfrenta a otro contrincante más. Su hijo Guillermo, ahora Príncipe de Gales y primer heredero a la corona, goza del 81% de admiración entre los súbditos del reino. El 74% de los ingleses creen que el príncipe Guillermo haría mejor el trabajo de rey de Inglaterra, frente a un 49% que apuesta por Carlos III.
Kate, nueva princesa de Gales
En esta rivalidad, mucho tienen que ver las esposas de ambos. Camilla, siempre vista como la mala del cuento, ha hecho una carrera de fondo para reconstruir su imagen tras la infidelidad de Carlos a Diana, querida por todo el pueblo.
Con los nuevos cambios entre los miembros de la Casa Real por el ascenso del nuevo rey, Kate Middleton es la nueva princesa de Gales, título que no ostenta nadie desde la muerte de Lady Di. La actual Reina Consorte tuvo que renunciar a él por respeto a la difunta 'reina de corazones' en favor de un acercamiento a la ciudadanía inglesa.
Su saber estar, su servicio al pueblo junto a su marido y su cercanía ha hecho vislumbrar entre la mayoría algunos de los rasgos que caracterizaban a Diana. Los británicos ven en ella una digna sucesora que confían "será un gran apoyo" para Guillermo que les hara sentirse "orgullosos".