Martin Luther King
Esta es la historia del líder del movimiento por la defensa de los derechos de los negros en Estados Unidos en los años 60 y que recibió el Premio Nobel de La Paz.
El líder pacifista del movimiento negro estadounidense y Premio Nobel de la Paz en 1964, Martin Luther King, fue asesinado de un disparo por un francotirador en la ciudad de Memphis, en Estados Unidos, el 4 de abril de 1968. Tenía 39 años y se había convertido en el líder más destacado del movimiento por la defensa de los derechos civiles.
Martin Luther King fue abatido de un tiro en la cabeza mientras saludaba a sus seguidores desde el balcón del Motel Lorraine, acompañado por sus colaboradores entre los que se encontraba el reverendo Jesse Jackson.
El atentado provocó una ola de indignación en el país y fue el inicio de graves desórdenes e incendios. Tumultos que se extendieron a más de 100 ciudades con un balance de cerca de 50 muertos. Dos meses después de la muerte de Martin Luther King, su asesino, James Earl Ray, fue detenido en el aeropuerto londinense de Heathrow mientras intentaba salir de Reino Unido con pasaporte falso. Fue extraditado a Estados Unidos, donde confesó el asesinato y sentenciado a 99 años de prisión.
El sueño de Martin Luther King
Luther King había sido galardonado con el premio Nobel de la Paz en 1964 por su labor en favor de la igualdad racial y los derechos civiles. Desde muy joven organizó y llevó a cabo diversas actividades pacíficas reclamando el derecho al voto, la no discriminación y otros derechos básicos para la gente afrodescendiente de los Estados Unidos como la Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad, en agosto de 1963, al final de la cual pronunció su discurso “I have a dream” (“Yo tengo un sueño”).
La mayor parte de los derechos reclamados por el movimiento serían aprobados con la promulgación de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de derecho de voto de 1965. Para conmemorar los 50 años de la muerte de Martin Luther King, miles de personas se reunieron frente al balcón del Motel Lorraine de Memphis en el que fue asesinado, y también a lo largo y ancho de Estados Unidos, para celebrar su vida, su legado, y recordar que su "sueño" aún está por cumplir. El reverendo Jesse Jackson y el exembajador Andrew Young subieron a ese balcón en el que vieron agonizar a sus pies a King, los
únicos líderes vivos que quedan de aquel grupo que cambió la historia de los derechos civiles de Estados Unidos.