Rusia
El atentado que mató a Daria Dugin sigue su investigación, pero desde Rusia ya han señalado a Ucrania como atacante principal y culpable.
La guerra entre Ucrania y Rusia continúa, y más que arreglarse, parece estar intensificándose aún más. El asesinato de Daria Dugin, hija del reconocido filósofo ultranacionalista ruso Alexander Dugin ha hecho que la tensiones se fortalezcan, aunque Ucrania niegue haber cometido el crimen.
Daria arrancó el coche en la noche del sábado. Y pocos metros después, un explosivo colocado en los bajos del vehículo se activó, envolviéndolo en una bola de fuego y lanzando por los aires a la conductora, la cual murió en el acto.
Las imágenes tras el atentado muestran la carrocería en llamas en el lateral de una calzada cubierta de materiales esparcidos por la detonación, mientras el padre de la asesinada, Alexander Dugin, se lleva las manos a la cabeza.
Se está investigando quién cometió el crimen, pero se saben pocos detalles. Rusia acusa de manera directa a Ucrania, país que niega haber sido el autor. Sin embargo, hay varias posibilidades, y prácticamente todas son malas noticias para el bando de Vladímir Putin.
Las cámaras de vigilancia del aparcamiento donde se encontraba el vehículo dejaron de funcionar hace unas semanas, indicando una negligencia de la que ahora se sospecha. Esto ha llevado a muchos a especular sobre la posibilidad de que se trate de un trabajo interno del propio régimen de Putin.
Aun así, ni siquiera está claro todavía que el objetivo del atentado fuera la hija de Dugin, a pesar de que la ideología de Daria fuera al compás de la de su padre, el mismo que en el último momento cambió de vehículo según distintas indicaciones.
Distintas hipótesis sobre el atentado
1. Inteligencia Ucraniana u occidental
Rusia se ha apresurado en culpabilizar a Ucrania, tan rápido que aún no ha habido tiempo para realizar la más mínima investigación. Desde el FSB, Servicio Federal de Seguridad ruso, han indicado que se trataría de una mujer de origen ucraniano identificada como Natalia Vovk de 43 años.
La mujer habría activado la bomba a distancia y ahora estaría huida en Estonia. Según informan desde la FSB, la acusada se habría mudado hace unos meses al mismo edificio que Daria Dugin entrando en el país con una matrícula de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Sin embargo, se pone en duda que los servicios de inteligencia de Ucrania cuenten con tanta capacidad de penetración en Moscú. Ya que normalmente son los espías rusos los que tienen infiltrado a las organizaciones de seguridad ucranianas y no al revés. Además, se ha señalado el escaso valor para Ucrania de asesinar a Dugin o a su hija en una operación que, por el contrario, estaría plagada de riesgos y desventajas. Muy poco que ganar, mucho que perder.
2. Una organización de origen rusa contra Putin
Ilya Ponomarev, exparlamentario ruso hoy exiliado en Kiev, aseguró en una entrevista que el atentado había sido cometido por una supuesta organización clandestina rusa de resistencia, el llamado Ejército Nacional Republicano de Rusia, de la que absolutamente ningún experto en el país había oído hablar jamás. Según Ponomarev, esta organización estaría también detrás de sabotajes e incendios que han sucedido en Rusia desde que comenzó la invasión.
El manifiesto de este grupo afirma: “Declaramos al presidente Putin un usurpador del poder y un criminal de guerra que modificó la Constitución, desató una guerra fratricida entre pueblos eslavos y envió a soldados rusos a una muerte segura y sin sentido. Pobreza y ataúdes para algunos, palacios para otros: esa es la esencia de su política. Creemos que las personas privadas de sus derechos tienen derecho a rebelarse contra los tiranos. ¡Derrocaremos y destruiremos a Putin!”.
3. Un ajuste de cuentas con los Dugin
Pensamientos tan radicales como el de los Dugin hace que los enemigos crezcan por doquier. De hecho, la familia contaba con una gran cantidad de enemigos en Rusia, y puede ser que este haya sido el momento para golpearles de una manera demasiado fuerte.
La invasión de Ucrania y las sanciones económicas han creado una nueva realidad en Rusia, y ante esto, los diferentes actores están maniobrando para adaptarse a la nueva situación. En ocasiones, esto implica saldar viejas cuentas lo que ya se ha cobrado varias vidas en Rusia, aunque nada tan impactante como el atentado contra los Dugin.