Pakistán
El padre aseguró a las autoridades que intentó asustar a su hijo, pero que la llama de fósforo encendió el queroseno que había echado sobre el pequeño y se prendió fuego.
Un escalofriante suceso ha sacudido Karachi, la ciudad más grande de Pakistán. Un hombre quemó vivo a su hijo echándole aceite de queroseno por no querer hacer los deberes. Informes en medios locales señalaron que la víctima, Shaheer, un niño de 12 años, murió por las heridas después de que su padre le prendiese fuego el pasado 14 de septiembre.
La Policía dijo que Shaheer insistió en volar cometas el 14 de septiembre a pesar de la desaprobación de su padre, Nazir Khan. Durante la discusión entre ambos, Nazir le preguntó a su hijo sobre sus estudios y deberes. Desafortunadamente, el niño de 12 años no le dio una respuesta satisfactoria a su padre, lo que supuestamente le hizo enfurecer.
El pequeño de 12 años sufrió quemaduras de gravedad tras ser quemado vivo en un apartamento de Orangi Town de Karachi. La víctima fue trasladada de urgencia al hospital, sin embargo, los médicos no pudieron salvar su vida. Dos días después terminó muriendo a causa de las heridas. Los informes detallan que encendió fósforo para asustar al hijo, pero la llama encendió el queroseno y prendió al pequeño.
El padre confesó haber quemado vivo a su hijo
Shazia, la madre, al escuchar el horror de los gritos, entró corriendo a la habitación. Los padres intentaron sofocar las llamas con mantas y ropas en un intento desesperado por salvarlo, según apunta el diario británico 'Daily Mail'. La esposa del padre le denunció por el asesinato de su hijo y este confesó el crimen. El padre se encuentra bajo arresto y el crimen está siendo investigado por las autoridades para esclarecer todo el incidente.