Guerra Rusia Ucrania
Se estima que las fuerzas rusas han perdido hasta 580 blindados, según el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, desde que Rusia inició la ofensiva.
Los tanques que Rusia ha desplegado en Ucrania tienen un defecto de diseño de 'caja sorpresa'. Y Occidente lo sabe desde la guerra del Golfo. Se estima que han perdido hasta 580 blindados, según el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, desde que Rusia inició la ofensiva.
El problema es el almacenamiento de las municiones. A diferencia de los tanques occidentales modernos, los rusos llevan múltiples proyectiles dentro de sus torretas. Esto los hace muy vulnerables. Incluso un ataque indirecto puede provocar la explosión de todo el almacén de municiones, hasta 40 proyectiles. La onda de choque es tan potente que puede hacer estallar la torreta del tanque . Un ejemplo, es como si la deflagración derribara un edificio de dos pisos.
"Lo que estamos presenciando en los tanques rusos es un fallo de diseño", asegura Sam Bendett, asesor del Programa de Estudios Rusos del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense. "Cualquier ataque sobre un tanque enciende rápidamente la munición provocando una explosión masiva, y la torreta literalmente vuela".
La tripulación del tanque, generalmente dos hombres en la torreta y un tercero al volante, son blancos fáciles, asegura Nicholas Drummond, analista de la industria de defensa especializado en guerra terrestre y ex oficial del ejército británico. "Si no sales en el primer segundo, estás frito".
Pone el ejemplo del vehículo de combate de infantería BMD-4, tripulado por hasta tres militares y con capacidad para transportar otros cinco soldados. Dice que el BMD-4 era un "ataúd móvil", "simplemente destruido cuando impactó un cohete".
El compartimiento tiene una puerta que el soldado abre y cierra entre cada disparo del tanque, lo que significa que si se golpea el tanque, solo queda expuesto un proyectil en la torreta. "Un golpe certero puede dañar el tanque, pero no necesariamente matar a la tripulación", dice Bendett.
Se estima que han muerto más de 15.000 soldados rusos. No se sabe cuántos son tripulantes de tanques, lo que si se sabe es que es muy difícil reemplazarlos.
Entrenar a la tripulación de un tanque podría llevar hasta 12 meses, asegura Aleski Roinila, ex tripulante de un tanque en las Fuerzas de Defensa de Finlandia, "y eso se considera rápido". Y que Rusia reemplace a cientos de tripulantes en este punto de la guerra sería una tarea difícil, especialmente cuando los tanques que se usan son tan defectuosos.