Italia
La propuesta ha generado un gran debate entre la sociedad milanesa. Quienes se oponen al proyecto de ley argumentan que supondría una gran pérdida de dinero para la ciudad italiana.
Milán es conocida por ser la ciudad de la moda o por tener edificios tan icónicos como la Galleria Vittorio Emanuele y su Duomo. Pero también es reconocida por sus helados y pizzas tan típicos como en cualquier otro sitio de Italia. Ahora parece ser que será muy complicado comerse el famoso 'gelati' por las calles de la ciudad a partir de la medianoche con la medida que prevé aprobar en pocas semanas el Ayuntamiento.
El concejal de seguridad y protección civil de Milán, Marco Granelli, anunció en sus redes sociales que ha sacado adelante un proyecto de ley que prohíbe la venta de comida y bebida para llevar a partir de las 00:30 horas de la noche de lunes a viernes, y a partir de las 01:30 horas de la madrugada durante los fines de semana, hasta las 06:00 a.m todos los días. ¿Qué pasará? ¿A qué se debe la propuesta?
Según las autoridades de la ciudad italiana, es necesaria una ley como esta para controlar el ruido que hace insoportable la vida en las zonas residenciales. La idea es que entre en vigor el próximo 17 de mayo y que se mantenga durante más allá del verano, hasta el 3 de noviembre. Se aplicaría sobre las conocidas como 'zonas rojas'. Estas incluyen 12 barrios del centro neurálgico de la ciudad: Cesariano, Nolo, Ticinese, Arco della Pace, Melzo, Brera, Darsena y Navigli, Lazzaretto, Como/Gar Aulenti, Sarpi, Isola y Lazzaretto.
Las autoridades de Milán creen que prohibiendo la venta de comida rápida y bebida a partir de la medianoche se conseguirá crear un ambiente tranquilo donde convivan jóvenes y mayores. "Nuestro objetivo es encontrar un equilibrio entre sociabilidad y diversión, tranquilidad y salud de los residentes... Creemos en una ciudad viva, donde jóvenes y mayores tengan espacios para compartir juntos", dijo Granelli.
El alcalde de la ciudad, Giuseppe Sala, aseguró hace un mes que el ocio nocturno está haciendo insoportable la vida para los vecinos de Milán. Explicó al medio 'Euronews' que "un segmento considerable de la población se queja del exceso de ruido".
Por ello, se vio en la necesidad de "escuchar" a todos los ciudadanos. Se refiere tanto a los que trabajan como a los que "quieren hacer sus negocios". Sin embargo, los que se postulan contra el proyecto de ley creen que va en contra de uno de los aspectos característicos de la cultura italiana y exigen que se modifique la legislación.
Prefieren que se prohíba la venta de alcohol pero no así del helado, el agua y la pizza porque, tal y como explica en CNN News Marco Barbieri -secretario general de la sucursal de Milán de la asociación de minoristas italianos 'Confcommercio'-, las 00:30 horas de la noche es todavía pronto para que se detengan las ventas. Añade que los jóvenes suelen salir de casa pasadas las diez de la noche en pleno verano por lo que reduciría su consumo.
No es la primera vez que el Ayuntamiento de la que es la segunda ciudad más gran del país pone sobre la mesa esta cuestión. Ya en 2013 el entonces alcalde Giuliano Pasapia quiso prohibir el consumo de helado después de la medianoche. El proyecto de ley generó una oleada de protestas bajo el movimiento 'Occupy Gelato' (en español 'Ocupar Helado'). Miles de personas se sentaron frente a una heladería reconocida de la ciudad durante siete días seguidos para que no saliese adelante la propuesta.
Finalmente, el alcalde optó por no aprobar la medida. "La gente puede comer helado día y noche en cualquier lugar que quieran", dijo. "Amo el helado como loco", concluyó.
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