Google Maps
En agosto de 2015, el coche de Google Street View (que se encarga de hacer las fotos necesarias para poder explorar las calles desde el ordenador) estaba tomando imágenes en las orillas del río Cam en Cambridge, en Inglaterra. Circulaban cerca de un prado llamado Coe Fen y una vaca se cruzó en su camino, convirtiéndola en la protagonista de esa fotografía.
Al verlo, Google decidió preservar la identidad del bovino añadiéndole a su rostro unos píxeles.
Un editor de The Guardian encontró a esta vaca con la cara borrosa, no dudó en tuitearlo y hacerlo público: "Google se toma muy en serio la identidad de estos animales".
No obstante, un responsable de la empresa norteamericana aclaró en el medio estadounidense PNR el porqué de 'borrar' el rostro de las vacas. Sencillamente, el sistema identifica una cara y, automáticamente, le quita su forma original. Así lo hace también con las matrículas.
De acuerdo con la política de privacidad de Google, esa tecnología está diseñada para "difuminar todos los rostros y matrículas que identifique". Además se afirma que "una vez se ha difuminado, será para siempre".
El redactor de The Guardian no ha sido el único ni el primero en darse cuenta. Meses antes, un gallego ya publicó en Twitter los excesos de privacidad de la corporación estadounidense con las vacas.