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Atentados 11 septiembre 2001

Qué fue de Marcy Borders, la mujer cubierta de polvo protagonista de una de las imágenes más icónicas del 11-S

En el vigésimo aniversario de los atentados del 20 de septiembre de 2001 hay imágenes de la tragedia que se repiten y que reflejan el horror que se vivió aquel día en Nueva York. Una de ellas es la de Marcy Borders, protagonista de una fotografía en la que aparecía cubierta de polvo.

11-SEFE

Este sábado se cumplen 20 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Dos aviones impactaron contra las conocidas como Torres Gemelas que quedaron reducidas a escombros. Entre todas las imágenes de aquel día, hay algunas que se han quedado grabadas no solo en los neoyorkinos, sino en gran parte de la memoria colectiva mundial por la dureza que transmiten.

Una de ellas es la de Marcy Borders, una mujer conocida como la 'dust lady' por la fotografía en la que aparecía totalmente cubierta de polvo gris tras escapar del piso 81 de una de las torres. La instantánea fue tomada por Stan Honda en un vestíbulo cercano al lugar de la tragedia. En ese momento, ella no fue consciente de que el fotógrafo tomaba esa fotografía y fue su madre la que, al día siguiente, vio la foto y se puso en contacto con su autor.

Tal y como recordó Honda en el año 2011 cuando se cumplió el décimo aniversario del 11-S en su muro de Facebook: "Una mujer entró completamente cubierta de polvo gris. Se notaba que estaba muy bien vestida para el trabajo y por un segundo se detuvo en el lobby. Pude hacer una toma de ella antes de que el oficial de policía comenzara a dirigir a la gente hacia las escaleras".

La historia de Marcy Borders

En el momento del atentado, Borders acababa de cumplir un mes como empleada en el 'Bank of America', cuyas oficinas se situaban en el piso 81 de la torre norte. La mujer desobedeció a sus superiores que ordenaron permanecer en el edificio a la espera de que los rescataran y huyó por las escaleras para refugiarse.

Después de aquel momento, no tuvo una vida fácil. Víctima del shock producido por el atentado, sufrió sucesivas depresiones y se enganchó a las drogas. También tuvo diversos problemas relacionados con el alcohol. De hecho, debido a estos episodios perdió la custodia de sus dos hijos.

Ella misma admitió al 'The New York Post' que después de los atentados del 11-S estuvo 10 años sin trabajar. "En 2011 era un auténtico desastre, cada vez que veía un avión me atacaba el pánico", reconoció.

A pesar de todo, y a partir de ese instante, logró superar sus problemas y se rehabilitó por lo que pudo recuperar la custodia de sus hijos. En 2014 le diagnosticaron un cáncer de estómago que ella siempre ha achacado a las sustancias tóxicas que inhaló al estar completamente cubierta de polvo porque, a pesar de las adicciones que sufrió, no tuvo ningún otro problema de salud.

Borders no ha sido la única superviviente que ha sufrido cáncer tras el atentado terrorista. Poco después, falleció con 42 años a causa de la enfermedad. La familia la considera una "heroína" que "sucumbió a las enfermedades que cargó en su cuerpo desde el 11-S", como manifestó un primo de esta víctima. Sus hijos también han expresado en alguna ocasión que se sienten orgullosos de su madre por todas las batallas que peleó.

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