Atentados del 11 de septiembre de 2001
Hoy se cumplen 20 años desde que las Torres Gemelas fueron atacadas por Al Qaeda y se derrumbaron en los atentados del 11-S. Sin embargo, el impacto en sí no fue lo que provocó su caída, sino todo lo que se desencadenó después.
Hoy hace 20 años que una imagen impactó al mundo y lo cambió para siempre, la caída de las Torres Gemelas en los atentados del 11-S, que en Antena 3 Noticias fueron transmitidos por Matías Prats, como él mismo recuerda emocionado en esta entrevistarealizada este viernes.
Lejos de analizar las consecuencias geopolíticas y sociales del ataque, en este artículo nos centramos en otras de las preguntas que muchos se hicieron en ese momento. ¿Por qué se cayeron las Torres Gemelas, pero no lo hicieron en el momento del impacto? Si bien lo lógico es pensar que las estructuras de ambos rascacielos se vieron dañadas por los impactos de los dos aviones que se estrellaron contra ellas, como se puede ver en este vídeo y en el de la parte superior de la página, lo cierto es que se dieron una serie de circunstancias posteriores que desencadenaron el fatal desenlace que acabó con la vida de 2.763 personas, incluidas los atacantes, según el balance oficial.
Combinación fatal de factores
El Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) hizo varios estudios de lo ocurrido para analizar las causas reales de los derrumbes, dirigidas por Eduardo Kausel. En esos informes, tal y como él mismo explica en una entrevista con BBC se detalla que fue necesaria la combinación de dos factores para que las estructuras acabaran viniéndose abajo:
De hecho, tanto los estudios del MIT como los del NIST (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, por sus siglas en inglés) concluyeron que si no se hubiesen producido los incendios, los edificios no se habrían derrumbado. Esto se demuestra, además, con que existen documentos oficiales en los que se especifica que las Torres Gemelas estaban diseñadas para soportar el impacto de un avión Boeing 707, es decir, el avión comercial más grande que existía en ese momento.