EN UN VÍDEO DIFUNDIDO ESTE VIERNES
El líder de la red terrorista Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ha advertido a Estados Unidos de que sufrirá "las más graves consecuencias" si el autor del atentado de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, y otros prisioneros musulmanes son ejecutados en cumplimiento de sus condenas a muerte.
Tsarnaev, al que Al Zawahiri menciona explícitamente en su mensaje de vídeo difundido este viernes, fue condenado en mayo de 2015 por un jurado estadounidense a morir por una inyección letal. Un mes antes, en abril, Tsarnaev fue declarado culpable por matar a tres personas y dejar heridas a 264 con dos artefactos explosivos que estallaron el 15 de abril de 2013 en la línea de meta del maratón de Boston.
Tres días después, él y su hermano mayor, de 26 años de edad, mataron a un policía, robaron a punta de pistola un coche y lanzaron bombas a los agentes que les perseguían, provocando una operación de búsqueda y captura que llevó al cierre de la mayor parte de Boston. Tamerlán murió abatido a tiros por la Policía y Dzhokhar fue detenido horas después.
"Si la administración de Estados Unidos mata a nuestro hermano y héroe Dzhokhar Tsarnaev o a cualquier otro musulmán, ello conllevará las más graves consecuencias para los ciudadanos americanos", ha advertido Al Zawahiri en el vídeo.
Al Zawahiri, que se convirtió en el líder de Al Qaeda tras la muerte de Usama bin Laden en 2011, ha urgido a todos los musulmanes a secuestrar al mayor número de occidentales posible, especialmente los de aquellos países que han participado en las campañas lideradas por Estados Unidos. Ha asegurado que con esta medida se podrían intercambiar por prisioneros musulmanes.
"Las potencias occidentales son criminales y solo entienden el lenguaje de la fuerza", ha añadido en el vídeo de casi una hora de duración que se cree que ha sido grabado cerca de la frontera entre Afganistán y Pakistán.
Tsarnaev se encuentra en la prisión de alta seguridad 'Supermax' en el estado de Colorado y sus abogados están recurriendo la decisión del tribunal. Estos procesos legales podrían alargarse durante años o incluso décadas. En total, solo se ha ejecutado a tres de las 74 personas que han sido condenadas a muerte en Estados Unidos por crímenes federales.