Rusia
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha rectificado y no castigará a los mercenarios del Grupo Wagner que se rebelaron el pasado fin de semana.
Vladimir Putin ha hablado de nuevo a la nación tan solo tres días después de la gran crisis vivida en Rusia por la rebelión de Yevgueni Prigozhin, el líder del Grupo de Wagner. El presidente ruso ha advertido de que cualquier chantaje estará condenado al fracaso y ha asegurado que la mayoría de los hombres de Wagner son también patriotas. Además, ha asegurado que cumplirá su palabra de que los mercenarios que no se unan al ejército, podrán exiliarse a Bielorrusia.
En su intervención ha manifestado que su intervención en el motín -tal y como él mismo calificó a la rebelión- ha evitado un derramamiento de sangre. Y el portavoz del Kremlin también ha querido resaltar la figura del presidente ruso, asegurando minutos antes de dicha comparecencia que los anuncios de Putin "determinarán el futuro de Rusia".
Sin embargo, con este anuncio, Putin no ha cumplido con su promesa de castigar duramente a los rebeldes del Grupo Wagner y les ha confirmado que su seguridad está garantizada. Esto significa que no habrá represalias contra ellos como prometió anteriormente el jefe del Kremlin: "Hoy tienen la oportunidad de continuar sirviendo a Rusia al firmar un contrato con el Ministerio de Defensa (...), regresar con su familia y amigos. O los que quieran pueden ir a Bielorrusia", ha subrayado Putin.
Este lunes también el jefe del grupo Wagner ha roto su silencio por primera vez desde la rebelión del sábado. Prigozhin, ha publicado un audio que confirma su viveza: "Queríamos protestar, no derrocar al Gobierno", ha señalado. Desde que efectuó la rebelión el pasado sábado y ordenase a sus tropas hacia Moscú, no había realizado declaraciones.
Por otro lado, varios diplomáticos estadounidenses, entre ellos la embajadora de Moscú, Lynne Tracy, han mantenido contactos con las autoridades rusas para conocer el alcance de la rebelión de los Wagner. Washington ha querido asegurarse que el Kremlin, en caso de que la rebelión hubiese ido a más, habrían protegido al personal diplomático estadounidense ubicado en el país ruso.
Vladimir Putin ha dado dos alternativas los rebeldes del Grupo Wagner: unirse al Ejército ruso o irse a Bielorrusia. Esta región ya ha comenzado a construir campamentos para los mercenarios y los están situando a 200 kilómetros de la frontera con Ucrania. Uno de ellos, se situaría cerca de la ciudad de Asipóvichy y el área será de 24.000 metros cuadrados con alrededor de 8.000 camas, según ha informado el portal de investigación Vertska.