Guerra Rusia Ucrania
Putin está cada vez más presionado, no solo por la comunidad internacional. Miles de ciudadanos se manifiestan en las calles, enfada a los generales y sus aliados miran hacia otro lado.
Putin está cada vez más presionado. No solo por el rechazo internacional a su invasión. También desde dentro. A los opositores, que siguen manifestándose, se van uniendo también algunos sectores que estaban a favor de la guerra y ha logrado enfadar a algunos de sus generales.
El intercambio de prisioneros ha supuesto devolver a Ucrania, a los soldados ucranianos que defendieron la factoría de Azovstal. Allí son unos héroes. También ha aumentado el rechazo a la guerra en la calle. Hay población, hasta ahora indiferente, que no quieren que les llamen a filas. También hay dudas entre los más extremistas del Parlamento que piden mano dura en Ucrania.
Putin, cada vez más solo
Cada día está más solo. La guerra en Ucrania le pasa factura al presidente Putin. No son solo las protestas contra la movilización de reservistas o que sus tradicionales aliados, China y Turquía, miren hacia otro lado. Más preocupante es que su ala dura ahora le critica. Para el presidente checheno, haber cedido al intercambio de prisioneros muestra debilidad. Kadirov ha dejado claro que ya no enviará más soldados para combatir en Ucrania.
Tampoco está gustando a muchos de sus generales que Putin esté dando órdenes directamente a las tropas. Pero aún tiene incondicionales que públicamente han dicho que los millonarios del país tienen el deber moral de participar en la guerra. "Nuestros grandes oligarcas deberían compartir sus grandes beneficios para que nuestros soldados en el frente tengan armas y vayan equipados adecuadamente", expresan algunos en la televisión rusa.
Aunque el Kremlin sigue sin reconocer las cuantiosas bajas humanas y materiales que ha sufrido, ahora saca músculo y anuncia nueva prueba de misiles hipersónicos en el Ártico.
Los rusos huyen del país
Putin se queda solo dentro de su país y ha provocado también que hombres que podrían ser movilizados hacia el frente, salgan de Rusia rumbo a países como Turquía o Armenia donde no les hace falta visado. A pasar de esta situación, el Kremlin sigue insistiendo en que no hay un éxodo masivo e incluso tilda de "histérica" a su propia población.
"Uno podía entender de alguna manera la reacción histérica, extremadamente emocional en las primeras horas después del anuncio, incluso en el primer día, porque, efectivamente, hubo cierta escasez de información, que también es comprensible y justificable", ha señalado Peskov, el portavoz del Kremlin.
Mientras el Gobierno ruso se manifiesta de esta manera, la ONU ha confirmado que Rusia ha comedido crímenes de guerra y muchos denuncian que están siendo movilizados a pesar de no tener experiencia en armas.