CONFLICTO ENTRE RUSIA Y UCRANIA
En una extensa rueda de prensa, el mandatario ruso ha defendido que lo ocurrido en Ucrania ha sido un "golpe de Estado inconstitucional" y, por tanto, las nuevas autoridades que gobiernan el país "no son legítimas".
Según Putin, en estos momentos no considera "necesaria" una intervención militar pero ha aclarado que si la "anarquía" que se vivió en Kiev y que llevó a la caída de Viktor Yanukovich se extiende al este de Ucrania, la zona fronteriza con Rusia, "si la población pide nuestra ayuda, nos reservamos el derecho de poner en marcha todos los medios disponibles para defenderles".
El presidente ruso ha asegurado que si esto ocurriera, la intervención rusa sería totalmente "legítima" puesto que Yanukovich, al que Moscú sigue considerando como el "presidente legítimo", ha cursado una petición formal solicitando la ayuda de Rusia.
"Misión humanitaria"
En todo caso, ha dejado claro que sería "el último recurso" y se trataría de una "misión humanitaria" para proteger a ciudadanos ucranianos que "tienen vínculos históricos y culturales con nosotros".
"No nos quedaremos indiferentes si vemos que estas personas son humilladas y asesinadas", ha prevenido. También ha asegurado que Rusia "no examina la posibilidad" de anexionarse Crimea, la región ucraniana de mayoría rusa y que fue anexionada a Ucrania en 1954.
"Nunca instigaremos" en esta línea puesto que "corresponde a la gente que vive en un territorio decidir sobre su propio futuro", ha aseverado. En este sentido, ha indicado que los hombres armados que en los últimos días se han hecho con el control de instalaciones en Crimea no son militares rusos sino "grupos de autodefensa" como los que había en Kiev durante las protestas antigubernamentales y que, como en el caso de estos últimos, no debe sorprender que estén bien equipados y entrenados.
Sanciones
Por otra parte, respecto a las advertencias por parte de Estados Unidos y la Unión Europea de que podrían imponer sanciones a Rusia tras el incremento de la presencia militar rusa en Crimea, Putin ha considerado que "deberían pensar en las consecuencias".
"Estamos en un mundo interrelacionado" así que "los daños serán mutuos", ha prevenido. Aunque no ha querido entrar en detalles sobre sus conversaciones con mandatarios occidentales, sí que ha dicho que les ha cuestionado sobre la "legalidad" de su actuación en países como Irak, Afganistán o Libia al acusarle ellos de "ser ilegales en lo que hacemos".
"Incluso si decidimos usar la fuerza, será legal", ha manifestado, ya que estará "en línea con nuestros compromisos". En otro orden de cosas, ha indicado que Rusia sigue trabajando en la preparación de la cumbre del G8 en Sochi en junio y que corresponde al resto de países el decidir si acuden o no.
Golpe de Estado
En opinión de Putin, la destitución de Yanukovich por parte del Parlamento el pasado 22 de febrero sólo puede definirse como "golpe de Estado inconstitucional y de toma del poder por las armas". Según el presidente ruso, el Parlamento ucraniano "es parcialmente legítimo" pero las nuevas autoridades designadas por él "no lo son". "El presidente interino no tiene la más mínima legitimidad", ha subrayado.
Aunque "no tiene ningún poder, Yanukovich es el único presidente legítimo del país", ha añadido Putin, que se ha mostrado convencido de que éste "no tiene futuro político". Según ha explicado, Rusia ha aceptado ayudarle "por motivos humanitarios" ya que "la muerte es la forma más fácil de deshacerse de un líder legítimo" y por tanto si se hubiera quedado en Ucrania "le habrían matado".