Rusia
El periodista Ricardo Marquina cree que "siempre" está la posibilidad de que Rusia ataque con armas nucleares a Occidente. En caso de que esto ocurra, "desaparecerían" millones de personas y países completos.
"Rusia está preparada para una guerra nuclear". Así de tajante fue Vladímir Putin hace unos días, cuando todavía no había reeditado su puesto al frente del Kremlin. Ahora, tras haber consolidado su liderazgo en unos comicios prácticamente sin oposición, se abre el debate: ¿Hay posibilidad real de un conflicto nuclear entre Occidente y Rusia?
El periodista Ricardo Marquina explica que para responder a la pregunta es necesario tener en cuenta lo que suceda este año en Estados Unidos. Trump cuenta con bastantes apoyos en el país como para volver a la Casa Blanca. Prueba de ello son sus aplastantes victorias en las primarias, algo que también está consiguiendo el actual mandatario Joe Biden. Sin embargo, un "hipotético rechazo" del líder del Partido Republicano al continente europeo daría al Kremlin la posibilidad de "seguir con sus avances".
Rusia es la segunda potencia nuclear del mundo, solo superada por EEUU. Cuenta con 1.444 ojivas nucleares que, en caso de emplearse, se produciría un auténtico "apocalipsis". El alcance sería "inconcebible", según explica Marquina.
"Rusia difícilmente puede llegar a conquistar Alemania, República Checa o Bulgaria, como estaría en su lista de deseos", comenta el periodista desde Moscú. Sus avances por lo tanto estarían centrados en Ucrania -donde el conflicto suma más de dos años- y en Moldavia, país "extremadamente débil en el apartado militar".
Según Ricardo Marquina, "siempre hay posibilidad" de que ocurra un conflicto nuclear. Si se produjese la guerra abierta entre Occidente y Europa tendría lugar lo que en la Guerra Fría se denominaba destrucción mutua asegurada. Es decir, "la desaparición de millones de personas y países completos".
Esto es, bajo el punto de vista del periodista, "inconcebible" porque el Kremlin quiere reafirmar su hegemonía mundial. "Iniciar ese conflicto significaría la desaparición de la propia Rusia", subraya.
Asegura así que el mundo debe estar atento a la carrera electoral estadounidense porque un conflicto nuclear sería más posible si Donald Trump cumple con sus pronósticos de no dar ayuda a Kiev. Sus declaraciones saltan las alarmas constantemente dentro del bloque comunitario porque alentaría la política exterior que lidera actualmente el Kremlin.
El abandono en apoyos de la Casa Blanca a la UE "envalentonaría a Rusia" para dar pasos "donde puede darlos" - en Moldavia y Ucrania, como hemos mencionado-. Puede actuar de esta manera en estados que no forman parte de la Alianza Atlántica. Se unen a esta lista Georgia y Bielorrusia, este último socio infalible de Moscú.
Otra cosa es que Rusia se atreva a iniciar un conflicto con los países bálticos, que forman parte de la OTAN. Putin ha reiterado que Estonia, Letonia y Lituania deben volver a formar parte del gran Imperio Ruso que pretende liderar. En el supuesto de que los invada, sí que entra en juego una guerra a escala mundial porque, tal y como anuncia el artículo 5 del Tratado de Washington un "ataque armado" conta un país miembro de la OTAN es un ataque contra toda la organización.
"Entrar en conflicto con ellos es inviable para Rusia", comenta Ricardo Marquina. El periodista añade que pese a las alertas, hemos "creído" que el ejército ruso es invencible. Sin embargo, cuando fracasaron en los primeros meses de su invasión en ucrania intentando tomar Kiev demostraron una debilidad que cuestiona su liderazgo en una supuesta una guerra nuclear.
Putin obtuvo el pasado domingo el 87,2% de los votos en unas elecciones donde no había oposición real que le pudiera arrebatar el poder. El Kremlin vigila de cerca los medios de comunicación y los sistemas político y electoral para silenciar aquellas voces que se oponen al líder ruso, aspecto por el que Zelenski le calificó de "dictador ebrio de poder".
Superó el récord anterior de logar el 76,7% de los apoyos. Ha reafirmado su liderazgo hasta al menos el año 2030, pero recordemos que "legalmente podría optar a 6 años más". En es momento se convertirá en la persona que ha estado más tiempo al frente del Kremlin por desde Catalina la Grande.
Su victoria tiene consecuencias tanto en la política interior como en la exterior. Marquina detalla que, por un lado, "aumenta la represión" y por consiguiente el miedo de los que no comulgan con el Kremlin.
Por otro, continúa la política expansiva "que considera que los países del antiguo bloque soviético pertenecen de alguna manera a Rusia".