Invasión rusa de Ucrania de 2022
El ministro de Asuntos Exteriores ruso afirma que Putin sale en la televisión a diario y que las dudas sobre su salud son un "sinsentido".
Ha sido en una entrevista en el canal de televisión francés TF1. Serguéi Lavrov, aseguró que no, que Vladímir Putin, no está enfermo en absoluto. Textualmente dijo "no creo que nadie que esté lúcido pueda ver" en Putin "los síntomas de ninguna enfermedad".
Desde el inicio de la invasión de Ucrania se ha especulado que Vladimir Putin pudiera estar aquejado de diversas enfermedades que mermarían su capacidad física y mental. Algunas fuentes hablan de una "forma grave de cáncer que progresa rápidamente".
En algunas de sus apariciones públicas a lo largo de los últimos cien días se le ha visto sentado, con un movimiento extraño en uno de sus pies. O sujetando un extremo de la mesa, quizá para evitar temblores no deseados. También tapado con una manta en las celebraciones del día de la victoria cuando las personas que lo rodeaban no parecían tener problemas con la meteorología de Moscú.
Según esas informaciones al presidente ruso le quedarían "no más de dos o tres años" de vida y en el proceso actual también se estaría quedando sin vista. Aunque Putin se negaría a llevar gafas porque pudiera considerarse un síntoma de debilidad.
Diferentes medios de comunicación creyeron adivinar también una posible obsesión de Putin con el coronavirus. Algo que le habría llevado a tomar medidas extremas de seguridad con su entorno. Como ejemplo se ponía el uso de una mesa de ocho metros con la que recibía las visitas de mandatarios de otros países con los que el Kremlin deseaba extremar precauciones.
Para contestar todas esas especulaciones Lavrov aseguró que Putin, que cumplirá 70 años en octubre, aparecía en público "todos los días", añadiendo que hace "discursos y se le puede escuchar perfectamente bien". Sobre todos aquellos que están esparciendo rumores sobre la salud del dirigente ruso ha dicho "allá su conciencia".
Putin se deja ver más en la última semana
En la última semana el mandatario público se ha dejado ver con mucho más. Putin ha visitado a heridos en el frente ucraniano, estrechando sus manos y les ha concedido medallas. También presidiendo diversos consejos económicos y militares. Eventos programados quizá para demostrar que Putin no sufre de ninguna dolencia y que es capaz de desarrollar las actividades inherentes a su cargo sin merma.
El estado de salud y la vida privada de Putin son temas sobre los que se ejerce una gran censura en Rusia y que los ciudadanos rusos evitan hablar en público.