Guerra en Ucrania
Vladimir Putin asegura que, al menos de momento, no habrá más ataques masivos sobre territorio ucraniano. En una rueda de prensa frente a varios periodistas, también ha comunicado que la movilización de reservistas terminará en dos semanas.
Una de las primeras reflexiones que Vladimir Putin ha comunicado frente a un grupo de periodistas es que no se arrepiente "de la operación especial" llevada a cabo en Ucrania. Porque, según añade, "hay que lograr otros objetivos". Asegura que ya "no serán necesarios más ataques masivos". Puede que uno de los motivos tenga que ver con el último informe publicado por los servicios de inteligencia ucranianos. Según los datos, el arsenal de misiles rusos estaría por debajo del tercio de su capacidad de ataque.
Pero ese no ha sido el único anuncio que el mandatario ha hecho público en las últimas horas. En una comparecencia que también va dirigida a su población, los ciudadanos rusos, Putin confirma que la movilización de los reservistas estaría cerca de llegar a su fin, probablemente "dentro de dos semanas, aproximadamente". El pasado 21 de septiembre, cerca de 300.000 hombres fueron llamados a filas para combatir en el frente. Desde entonces, miles de personas han logrado escapar de Rusia atravesando las fronteras terrestres para evitar ser forzados a una adhesión forzosa al ejército.
Putin envía tropas a Bielorrusia
Putin alcanzó un acuerdo con las autoridades bielorrusas para reforzar la defensa del país. Alexander Lukashenko advirtió a su homólogo ruso de la posibilidad de un ataque "terrorista" por parte de alguno de los países vecinos. El pasado lunes, ambos líderes firmaron un acuerdo de seguridad para proteger los dos territorios. Hoy, las primeras brigadas rusas, han comenzado a establecerse en territorio bielorruso ante lo que han calificado de "amenaza".
Las condiciones de los hombres rusos en el frente
Las primeras movilizaciones de reservistas estuvieron rodeadas de polémica. Muchos hombres se negaron a acudir a la llamada a filas. Decenas de videos en redes sociales denunciaban los "malos tratos" a los que eran sometidos. Los servicios de inteligencia británica hablan de que los reclutados se veían obligados a llevar sus propios kits de primeros auxilios e incluso adquirir chalecos antibalas por internet.