Reino Unido
Además, Scotland Yard bloqueará a los reclutas que tengan antecedentes tras descubrir a 161 policías que habían cometido delitos.
Más de 200 de agentes en Londres están siendo expulsados o sometidos a labores restringidas. Se trata de la mayor purga de la Policía Metropolitana (Met) en 50 años. Esta operación de limpieza llega tras el escándalo provocado por un informe que revelaba conductas racistas, sexistas y homófobas en Scotland Yard. Además, otros 700 policías están siendo investigados por denuncias de abusos.
El jefe de la Policía londinense, Mark Rowley, ha anunciado las expulsiones. Asimismo, asegura que hay planes para bloquear a posibles reclutas que tengan antecedentes. La Policía descubrió que 161 de sus oficiales habían cometido delitos y que contaban en sus filas con delincuentes sexuales.
Según una encuestas realizada por la BBC, la confianza de la población en la Policía Metropolitana de Londres se ha hecho añicos. Casi tres cuartas partes de los encuestados consideran que los oficiales tratan a algunas partes de la sociedad de manera diferente a otras. Casi la mitad de las mujeres encuestadas contestaron que "desconfían totalmente del Met. El 42% dijo que "desconfía totalmente" de la Policía.
Informe demoledor sobre la Met
Un informe señaló que la Policía Metropolitana de Londres es institucionalmente racista, misógina y homofóbica. A lo largo de sus 363 páginas, se detallan, por ejemplo, historias de agresiones sexuales a compañeras del cuerpo. De hecho, el 12% de las mujeres del Met aseguran que han sido acosadas o atacadas en el trabajo y hasta un tercio reconoce que ha experimentado sexismo.
La investigación, dirigida por Louise Casey, una alta funcionaria que trabaja en el ámbito de bienestar social, concluye que la cultura de machos prolifera en el cuerpo y que podría ser desmantelado si no mejora.
Casey ha sido la encargada de revisar la cultura y los estándares del cuerpo tras el secuestro, violación y asesinato de la joven Sarah Everard en 2021, a cargo de un oficial de servicio. El caso ya puso a la policía Metropolitana bajo la lupa en aquel entonces y, ahora, la situación se ha agravado.