Los Ángeles
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado que el puerto de Los Ángeles opere 24 horas al día, los 7 días de la semana para luchar contra los problemas de suministro y abastecimiento.
En Estados Unidos empiezan a tener serios problemas de abastecimiento. Muchas fábricas tuvieron que parar en su momento por la pandemia de coronavirus y ahora los puertos están llenos. Para solucionar esta situación, el presidente Joe Biden ha ordenado que se trabaje sin descanso en el puerto de Los Ángeles.
Este es uno de los puertos más grandes de todo el país y hay miles de contenedores amontonados. Las mercancías están saliendo hasta con 11 días de retraso. Por el puerto de Los Ángeles y el de Long Beach, ambos en el Estado de California, entran el 40% de las mercancías destinadas al mercado estadounidense.
Además, frente a las costas hay fondeados unos 60 buques a la espera de atracar y descargar. El puerto de Los Ángeles se ha comprometido a no cerrar el Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes donde se trabajará sin descanso en todos los turnos. Empresas como Samsung o FedEx también van a enviar más camiones para aligerar el servicio.
En un comunicado, la Casa Blanca ha reconocido en un comunicado que "a diferencia de los principales puertos del mundo, los puertos de EE.UU. no han sabido aprovechar todas las posibilidades que ofrece la operación durante las noches y los fines de semana".
Hasta el momento, la normativa de los puertos era trabajar los días laborables y cerrar durante los fines de semana y las noches. A pesar del acuerdo, Joe Biden ha explicado que para solucionar el problema por completo el sector privado también tiene que dar "un paso adelante".
Preocupa la Navidad
No es una situación nueva en Estados Unidos. De hecho, en el mes de junio ya se creó un grupo de trabajo para estudiar cómo atajar el problema de suministro. Otra de las preocupaciones de la Casa Blanca es que, por ejemplo, los ciudadanos no tengan acceso a algunos productos en Navidad.
Este miércoles, asistirán a una reunión en la Casa Blanca representantes de grandes empresas, tanto tecnológicas, como de mensajería o representantes de grandes superficies.