APOCALIPSIS MAYA
Más de 150 periodistas acreditados de diferentes países han acudido a una pequeña localidad francesa donde en los últimos meses se han disparado las visitas de turistas, creyentes y curiosos.
En caso de que el día 21 se produjera el fin del mundo, este pequeño pueblo francés sería el único que se salvaría, y sólamente por la montaña que tienen. Algunos creen que tiene propiedades mágicas y por eso también se ha producido en un punto de peregrinaje.
El pueblo, de poco más de 180 habitantes, se prepara para la llegada en masa de personas de todo el mundo, se calcula que hasta de 20.000. Los vecinos del pueblo señalan que en los últimos meses ha habido más turistas que nunca.
Por eso, los lugareños han aprovechado y han puesto en alquiler sus habitaciones por hasta 1.500 euros la noche.
Los gendarmes controlan las carreteras así como quién entra en la ciudad. El acceso a la montaña ha quedado prohibido por motivos de seguridad.