París
La alcaldesa de París ya ha solicitado al gobierno de Emmanuel Macron que la invasión del insecto sea reconocido como un problema de salud pública.
¿Hay o no una plaga de chinches en París? Esa es la pregunta que se está haciendo mucha gente en Francia tras la difusión de vídeos por redes sociales donde se muestran estos parásitos en sitios públicos como en el metro, el autobús o incluso en hospitales. Susana Román, redactora del Área de Internacional de Antena 3 Noticias, da respuesta a esta y otras cuestiones vinculadas al pánico que ha sembrado el chinche, un pequeño insecto que se alimenta de la sangre humana.
"Hay una auténtica psicosis ante la posibilidad de que te pique una chinche", asegura la periodista.
Desde hace meses, viajeros de tren y autobuses colgaban a sus perfiles de TikTok o Instagram, entre otras redes, vídeos del insecto circulando por los asientos del transporte público. "Las autoridades francesas no quieren hablar de plaga oficialmente, pero sí que están dando demasiado casos y no solamente en París, sino también en Lyon, Marsella o Saint-Denis", explica Susana Román.
Una parisina comentaba que en cuanto llega a su casa lo primero que hace es desinfectar su ropa y lavarla para evitar que tener el insecto en su cuerpo. "Llevo bien cerradas las maletas para no meter una chincha en casa y luego cuando llegue lavaré toda mi ropa", aseguraba.
Susana Román señala que más que peligrosas, las chinches son "molestas". Su expansión no es tan alarmante como la que puede provocar otros insectos como la hormiga roja de fuego, una especie invasora que incluso puede generar un shock anafiláctico. La picadura de una chinche tiene efectos dermatológicos: "por ejemplo picazón, una erupción en la piel, que se te ponga rojo, una reacción alérgica y también tiene un efecto secundario que a lo mejor es el más molesto para el insomnio, estrés o ansiedad", destaca Román.
Quizás el miedo a esa picadura es lo que está haciendo que muchos individuos tengan "pánico" a montarse en el transporte público. Aparecen en lugares concurridos y se adhieren a la piel. "Luego te las llevas literalmente a casa en casa, pueden poner una media de 500 huevos", continúa.
Los parisinos son lo que más están en alerta por los vídeos de chinches en espacios públicos difundido en redes sociales. "Se han dado casos en hospitales que se supone que son lugares que tienen que estar desinfectados, incluso en el Aeropuerto Internacional de Charles de Gaulle", puntualiza la periodista.
Tras la picadura del insecto, lo que aparece en la piel es el ardor. Por lo tanto, Susana Román aclara que "en principio no son peligrosos". Una cosa distinta es superar el miedo o "esa obsesión" que tienen algunos como el testimonio mencionado. El pánico está por lo tanto en pensar que tienes el parásito en tu cuerpo después de montarte en el metro y en que "se está reproduciendo en tu piso".
Toda esta situación está teniendo unas consecuencias no muy favorables para la Ciudad de la Luz. El próximo año París acogerá los Juegos Olímpicos y muchas personas están creyendo "que van a un destino en el que hay chinches. Está invasión "tiene que ver con el aumento de la población y el transporte público".
Román cuenta que hay "tensión" entre las autoridades francesas. La alcaldesa de París, Ana Hidalgo, ha solicitado al gobierno liderado por Emmanuel Macron que declare la expansión de chinches como un problema de salud pública. ¿Qué supondría esto?
A través de unos exámenes médicos y pruebas de diagnóstico, se detectaría la presencia de alguna enfermedad provocada por el insecto. Además se invertiría una gran cantidad de dinero en campañas de desinfectación. La alcaldía de la capital francesa ha pedido también al Consorcio de Transportes que intensifique la limpieza tanto en el metro como en el autobús.
Sin embargo, este problema no es nuevo. Las autoridades recuerdan que la explosión del insecto ha existido desde 2017. Destacaron incluso que entre ese año y 2022 uno de cada diez hogares del país tuvo una plaga de chinches. "Sí es cierto es que desde los años 50 habían habían desaparecido de la vida cotidiana y y ahora poco a poco cada año hemos oído hablar más de ellas", asegura Susana Román.
Los chinches se alimentan de la sangre humana y de la de otros animales. Actúan por la noche y pueden aparecer en cualquier sitio, ya sea en sofás, en cortinas o en ropa de cama.
Su tamaño difiere mucho del de otros ácaros parásitos que causan la sarna, pues son fácilmente visibles. No son microscópicos, pero sí pequeños y hay varias señales que pueden indicarnos si se trata o no de un chinche. Son las siguientes:
Sobre todo se encuentran en zonas expuestas a la piel. El cuello, la cara o las extremidades son algunas partes en las que pueden aparecer picaduras del insecto que se manifiestan en forma de manchas inflamadas que en ocasiones son oscuras.