Derecho al aborto
El presidente de Estados Unidos culpa a los jueces nombrados por Donald Trump de la derogación del derecho al aborto y avisa: "La vida de las mujeres estadounidenses está en riesgo".
El Tribunal Supremo ha derogado el derecho al aborto en Estados Unidos, una sentencia que ha polarizado aún más al país. Las mujeres han salido a la calle para manifestarse contra el fallo de revocar la protección del derecho al aborto.
Los nombramientos de Trump
Durante su mandato, el expresidente estadounidense Donald Trump colocó a tres jueces conservadores, los mismos que han votado contra el aborto, en el Tribunal Supremo para que esa tendencia fuera mayoría. Una decisión que ahora Joe Biden ha lamentado: "Tres jueces nombrados por un presidente, Donald Trump, están en el centro de esta decisión de acabar con la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental de las mujeres en este país", ha dicho el dirigente en referencia a Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barrett.
Al respecto, también ha sentenciado que a partir de ahora "la vida de las mujeres estadounidenses está en riesgo".
La sentencia polariza al país
La decisión sobre el aborto deja un mapa muy desigual en el país, según algunas organizaciones. De esta forma, hay 26 estados en los que el aborto terminará siendo ilegal, lo que supone más de la mitad de los territorios del país.
Al grito de "¡mi cuerpo, mi decisión!", miles de manifestantes de Washington han salido a las calles para concentrarse frente al Tribunal Supremo. Una tendencia que se ha repetido otras ciudades del país. En Los Ángeles, las protestantes han llegado a bloquear el tráfico en todo el centro, mientras que en Cedar Rapids (Iowa), dos personas han sido atropelladas por un coche durante una marcha. La Policía ya está investigando el suceso, según han confirmado las autoridades. Además, en Phoenix, los agentes de Policía han lanzado gases lacrimógenos para dispersar a las manifestantes.
Cierran las primeras clínicas
Esta decisión ha provocado otra consecuencia: las clínicas de algunos estados ya han dejado de practicar abortos ante el temor de repercusiones penales.