UN DELITO EN ZIMBABUE
El profesor y subdirector homosexual de una de las principales escuelas privadas de Zimbabue se ha visto forzado a dimitir, después de que revelase su orientación sexual y recibiera amenazas de muerte de los padres de los alumnos, anunció el propio maestro. Neal Hovelmeier, que hasta este viernes era subdirector del Saint John's College, una escuela de Harare, se vio forzado a revelar su orientación sexual la semana pasada, después de que un periódico local le amenazase con publicar una historia sobre él. Esa revelación, hecha ante la asamblea del colegio, enfadó a algunos padres de estudiantes que lo juzgaron "irresponsable".
El Código Penal de Zimbabue prohíbe los actos sexuales entre personas del mismo sexo con penas de hasta un año de cárcel, aunque los expertos legales consideran que la ley no se aplica a personas que confiesan abiertamente su orientación sexual. En su carta de dimisión, Holvelmeier considera que ha vivido "ataques virulentos" desde que hizo el anuncio.
"He sido objeto de amenazas de muerte, así como de amenazas que ponen en riesgo mi salud y las de mi mascotas", dice la misiva, donde explica que le ha quedado claro que en el colegio no quieren que siga en su puesto. El subdirector ha sido profesor de este colegio de chicos los últimos 15 años, pero ahora considera que no se va a exponer a una "farsa de juicio", después de que algunos padres hayan amenazado con presentar cargos contra él. Los padres consideran que el anuncio del profesor sobre su sexualidad va en contra "de los principios fundamentales de la institución, que se basa en el cristianismo", según se extrae de una carta de sus abogados.
Además de las penas de cárcel a la que se enfrentan las personas homosexuales en Zimbabue, el colectivo LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales) ha sufrido desprecios de la sociedad, con comentarios como el de que "eran peores que cerdos y perros", realizado por el expresidente Robert Mugabe (1980-2017). Sin embargo, miembros de este colectivo creen que el nuevo presidente, Emmerson Mnangagwa, será más indulgente con esta comunidad.
Los actos entre personas del mismo sexo están castigados en casi una treintena de países de África Subsahariana -y despenalizados o alegales en otra veintena-, con penas que pueden llegar a la muerte por lapidación en Mauritania o a la cadena perpetua en Tanzania.