EN REINO UNIDO
El padre de una niña de nueve años que murió en un accidente de tráfico en North Devon, en el suroeste de Reino Unido, ha querido rendir un homenaje a su "princesa".
La pequeña Keira Ball iba en el coche junto a su madre Loanna y su hermano Brad, de siete años, cuando chocaron contra un coche. Keira murió en el hospital y Loanna y Brad están ingresados en estado grave.
El tramo de carretera donde tuvo lugar el accidente es el mismo en el que un día después una mujer de 43 años y sus hijos gemelos de 12 perdieron la vida.
El padre de Keira afirma que la pequeña tenía luz propia: "Encendía cualquier habitación en la que entraba y salvaba cualquier insecto que a los demás les parecía desagradable porque todos son criaturas de Dios". Afirma que su corazón está roto desde que su "pequeña princesa" no está en casa.
Los órganos de Keira serán donados a otros niños que están en la lista de donantes. "Esta noche ella ayudará a otros niños al darles sus órganos, es lo que ella habría querido", afirma Joe.
"Va a haber un gran agujero en nuestras vidas y sólo nos queda estar agradecidos por los nueve años de absoluto placer que nos dio", ha dicho el padre de la pequeña, según recoge el diario Mirror.