Francia
El caso del joven Alex Batty ha dado la vuelta al mundo. Ya está en casa de su abuela y ha realizado sus primeras declaraciones.
Cuando era más pequeño, su madre se lo llevó a pasar unas vacaciones a Málaga, de donde nunca regresó. En aquel momento Alex Batty tan solo tenía 11 años, era septiembre de 2017. Hace unos días, apareció. Concretamente, fue un repartidor quien lo localizó en una carretera de montaña cerca de Toulouse solo. Tras ello, lo recogió y le prestó su teléfono móvil para que pudiera comunicarse con alguien. Le envió un mensaje a su abuela en el que le contaba que estaba en Francia y que quería regresar a casa. La mujer continúa siendo su tutora legal, y ha hablado del "alivio y de la felicidad de la familia", aunque también ha pedido privacidad para dejar que el joven se adapte después de una "abrumadora experiencia" como la que ha vivido, más aún teniendo en cuenta su edad.
El joven Alex Batty admite en sus primeras declaraciones tras regresar a Gran Bretaña que se encuentra "feliz de estar en casa para Navidad". Desde la casa de su abuela en Oldham, Greater Manchester, Alex ha ofrecido sus primeras palabras: "lamento mucho no poder decir mucho... Pero no hay duda de que estoy feliz de estar en casa para Navidad", precisa 'Clarin'.
El regresó a Reino Unido con su abuela y tutora legal, Susan Caruana, el pasado fin de semana, según las informaciones de la Fiscalía francesa, que el viernes comunicó que el joven había sido acogido por los servicios sociales y que debía ser repatriado "rápidamente".
Alex Batty fue secuestrado por su madre y su abuelo mientras pasaban unas vacaciones en Marbella. Desde aquel momento, ha estado viviendo en una "comunidad espiritual" itinerante en las montañas entre Ariège y Aude, en el lado francés de los Pirineos, según precisa la televisión francesa 'BFMTV'.
Cuando su madre le dijo que tenía pensado que se marcharían hacia Finlandia, el adolescente abandonó la comunidad para intentar reunirse con su familia en Inglaterra. Caminó durante cuatro días y cuatro noches y fue en ese trayecto cuando el repartidor se lo encontró en una carretara durante la noche. "Hola abuela, soy yo Alex, estoy en Francia, en Toulouse. Espero que recibas este mensaje, te amo, quiero volver a casa", escribió en Facebook tras coger el teléfono del repartidor. Tras hablar con su nieto, la abuela confesó que "realmente fue como un sueño cuando hablé con él y fue increíble".
Tras el regreso del menor a casa de su abuela, la Policía británica continúa con la investigación para localizar a la madre. Mientras tanto, las autoridades francesas también investigan posibles comportamientos sectarios en la comunidad referida.