UNA DE SUS INVITADAS FUE UNA NIÑA QUE SUPERÓ UN CÁNCER CEREBRAL
La asistencia de la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, al Congreso con ocasión del discurso sobre el Estado de la Unión de su marido, Donald Trump, significó su primera aparición pública desde diciembre.
La primera dama, que durante sus dos primeros años en la Casa Blanca ha tratado de mantenerse alejada de los focos, llegó al Congreso por separado de Trump, con casi 40 minutos de antelación. Fue el segundo año consecutivo que lo hizo, instaurando así una nueva tradición que rompe con la tradicional en la que el primera dama y presidente hacían juntos el recorrido desde la Casa Blanca al Capitolio en ocasión del Estado de la Unión.
La portavoz de la oficina de la primera dama, ha explicado que Melania Trump "sabe que ésta es una noche importante, y quiere asegurarse que la experiencia de sus invitados sea especial, y que se sientan cómodos". A diferencia de sus predecesoras, la primera dama dedicó las horas previas al discurso a atender a sus invitados especiales con recepciones en la Casa Blanca y el Congreso.
Melania Trump se sentó durante el discurso con una de esas invitadas, Grace Eline, una niña que superó recientemente un cáncer cerebral. La primera dama asistió al Estado de la Unión junto a los demás miembros de la familia Trump.