Guerra Rusia Ucrania
La Unión Europea señala que la guerra lanzada por Rusia en Ucrania supone un "antes y después" que va a cambiar "nuestra forma de concebir el mundo"
La cumbre informal de líderes europeos que se celebra este jueves y viernes en Versalles (Francia), y que ha sido convocada inicialmente para debatir cómo reforzar la posición económica y estratégica de la Unión Europea, ha dejado en la mañana de hoy varios titulares. Tras esta reunión, el primer ministro belga, Alexander De Croo, se ha referido a la guerra en Ucrania como "el 11 de septiembre europeo", un acontecimiento que "supone un antes y un después" y que cambia "nuestra forma de concebir el mundo".
La cumbre en Versalles se ha celebrado casi en paralelo a la salida por parte de Rusia del Consejo de Europa, por lo que Moscú deja de estar sujeto al Tribunal de Europeo de Derechos Humanos.
"Los países de la Unión Europea y la OTAN continúan su camino hacia la destrucción de esta institución y del espacio humanitario y legal común europeo", ha anunciado el ministerio de Exteriores ruso en el comunicado en el que ha anunciado que Rusia dejaba de pertenecer a dicho organismo.
En la nota, de la que informa la agencia oficial rusa Tass, Rusia asegura que en el Consejo de Europa, los países de la UE y la OTAN abusan de su mayoría para imponer sus puntos de vista.
Rusia rechaza la tregua humanitaria
Además, este viernes se ha celebrado la reunión de los ministros de Exteriores de Ucrania y Rusia, el encuentro de más alto nivel desde que comenzó la invasión rusa hace dos semanas, que ha finalizado sin avances para acordar treguas y corredores humanitarios, ante la negativa de Moscú a abordar hoy este tema.
Tras apenas dos horas, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, y el de Rusia, Serguéi Lávrov, han terminado la reunión de hoy en la ciudad turca de Antalya sin más acuerdo que el de mantener abierto el diálogo.
Kuleba, que ha asegurado haber acudido para negociar especialmente un pasillo para evacuar la ciudad de Mariúpol, asediada por las tropas rusas, achacó el fracaso a que su interlocutor no tenía autoridad para asumir compromisos.