ELECCIONES EN ISRAEL
El presidente del Estado de Israel, Reuven Rivlin, se muestra partidario de un gobierno de unidad nacional entre el partido derechista Likud y la coalición de centroizquierda Campo Sionista, a tenor de los resultados obtenidos por ambos en los comicios.
"La decisión más correcta sería un gobierno de unidad, que sería un gobierno fuerte; sin embargo, si los partidos no están interesados, no se les puede forzar a llevar a cabo esa medida", indicaron fuentes próximas al presidente israelí citadas por el diario Ynet. Según las fuentes, Livlin "reconoce" y "entiende" que el primer ministro israelí y líder del Likud, Benjamín Netanyahu, "tiene capacidad para formar una coalición de gobierno muy rápidamente".
Los sondeos emitidos por los canales 10 y 1 de la televisión israelí muestran que el Likud empataría a 27 escaños con Campo Sionista, coalición integrada por el Partido Laborista y el centrista Hatnuá. Por su parte, el sondeo del Canal 2 de la televisión israelí da la victoria al Likud con 28 escaños, uno más que el Campo Sionista.
Por otra parte, los sondeos sitúan en tercera posición a la Lista Árabe Común, con entre 12 y 13 escaños, y en cuarta al partido laico centrista Yesh Atid (Hay Futuro), del exministro de Finanzas Yair Lapid, con entre 11 y 12 diputados.
El gran derrotado sería el partido ultraderechista Hogar Judío, de Naftalí Bennet, que sólo obtiene entre 8 y 9 diputados, por debajo incluso del centroderechista Kulanu (una escisión del Likud surgida para estas elecciones), que con 10 escaños se convierte en el fiel de la balanza para la formación de gobierno.
En la parte baja de la lista, según los sondeos, se encuentran los partidos ultraortodoxos Judaísmo Unido de la Torá y Shas, con entre 6 y 7 escaños cada uno; el frente pacifista Meretz, con 5; y la formación ultranacionalista Israel Beitenu, con 5.