INVESTIGARÁ LA TRAGEDIA DE COMAYAGUA
Lobo ha ordenado a su ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, suspender de su cargo a los funcionarios de la prisión de Comayagua, ubicado a unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
En las próximas horas se informará de su destitución a todos los responsables del sistema penitenciario hondureño. El objetivo es "garantizar un proceso de investigación de total transparencia", ha afirmado el mandatario.
"Haremos todo lo posible para determinar qué fue lo que provocó esta lamentable e inaceptable tragedia y deducir las responsabilidades", ha advertido. Al menos 357 presos murieron en un incendio ocurrido en la prisión de Comayagua, ubicada cerca de la carretera que une a la capital con la ciudad de San Pedro Sula, la segunda más importante de Honduras.
Lobo ha hecho estos anuncios poco después de encabezar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad en el que definieron las acciones que emprenderán las autoridades a raíz de esta tragedia que ha puesto en evidencia la situación de precariedad y hacinamiento en las cárceles hondureñas.
"Hoy es un día de profundo dolor para Honduras, lamentamos profundamente lo ocurrido y quiero expresar mi solidaridad con los familiares de los compatriotas que perdieron la vida en el Centro Penal de Comayagua", ha expresado Lobo en un mensaje de radio y televisión.
La mayoría de los reos habría muerto por asfixia, aunque se estima que varias decenas de cuerpos quedaron completamente calcinados por las llamas que causaron destrozos en el penal aún no calculados.
Lobo ha explicado que actualmente concentran todos los esfuerzos "para agilizar la tarea de reconocimiento de los cuerpos". Las autoridades se encargarán del traslado de los cadáveres a sus lugares de origen y ofrecerán "el apoyo necesario" a los familiares en los preparativos del velatorio y el entierro, ha subrayado el mandatario.