RESCATE EUROPEO A CHIPRE
El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, justificó hoy la quita de los depósitos privados con el argumento de que en la reunión del Eurogrupo tuvo que elegir entre la quiebra de los principales bancos y una solución "que no queríamos" pero que llevará a la salida de la crisis.
En un discurso televisado, Anastasiadis señaló que tras asumir un Estado en quiebra hace dos semanas, en la sesión del Eurogrupo del viernes se le plantearon, a modo de chantaje, dos soluciones: la quiebra y la quita.
"La primera hubiera conducido a la quiebra, pues habría llevado al Banco Central Europeo a interrumpir la ayuda extraordinaria para mantener la liquidez de los dos principales bancos", dijo. Anastasiadis explicó que, de haber aceptado esta solución, uno de los bancos hubiera cerrado y el otro hubiera tenido que detener de inmediato su actividad, lo que habría desencadenado el derrumbe de todo el sector bancario.
Entre las consecuencias de esa opción, hubiera figurado la pérdida de miles de puestos de trabajos y el cierre de miles de pequeñas y grandes empresas. Por si eso fuera poco, añadió, la consecuencia más fatídica habría sido "nuestra salida del euro".
En su mensaje, cargado de dramatismo, en el que habló de la peor crisis del país desde 1974 -año de la invasión turca del norte de la isla-, el líder conservador recalcó que la segunda opción, la de aceptar la quita, será, en definitiva la menos dañina, por tratarse de una alternativa controlable "que llevará a la estabilidad de la economía y al crecimiento".
Anastasiadis prometió que el impuesto extraordinario que deberán pagar los depositarios se aplicará una única vez y anunció que se podrá recuperar la mitad de la suma sometida al gravamen. "El Estado devolverá a los depositarios que mantengan sus depósitos por un periodo superior a dos años la mitad de su contribución en bonos de futuros ingresos por el gas natural", dijo en alusión al carburante que se proyecta extraer en los próximos años en aguas del Mediterráneo meridional.