El presidente de Austria encarga a la ultraderecha la misión de formar gobierno

El presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, ha encargado al líder del partido ultraderechista 'Partido de la Libertad' (FPO), Herbet Kickl, la misión de formar gobierno después del colapso en las negociaciones del pasado fin de semana que se estaban llevando a cabo entre conservadores, centristas y socialdemócratas. En el discurso ante su país, tras mantener una reunión con Kickl, el presidente austriaco ha señalado que el Partido de la Libertad fue el que obtuvo más votos en las pasadas elecciones legislativas del mes de septiembre, y ha recordado que, tras el encuentro mantenido con el líder del partido, ha confirmado que Kickl "tiene confianza para encontrar soluciones viables" y "quiere asumir esta responsabilidad".

El presidente austriaco se ha mostrado consciente de la existencia del "cordón sanitario" que existe por parte de los otros tres partidos políticos que fracasaron en las negociaciones de coalición y ha comentado que no ha "dado a la ligera el paso" de encargar al partido ultraderechista la misión de formar Gobierno, aunque ha asegurado que "velará por el respeto del Estado de Derecho". "Me aseguraré de que se respeten correctamente los principios y normas de la Constitución", ha comentado el jefe de Estado austriaco, sabedor del impacto social de su decisión.

Esta mañana cientos de manifestantes se han congregado delante de la sede de la Presidencia, el Palacio Imperial de Hofburg de Viena, para protestar contra la posibilidad que ha ganado fuerza a lo largo de este fin de semana: una posible coalición del FPO con el conservador Partido Popular Austriaco (OVP), que no se ha cerrado en banda a una alianza donde sería el socio minoritario.

Se trata de la primera ocasión que la ultraderecha recibe el mandato de formar gobierno desde 1945. El Partido de la Libertad ha tenido representación en tres gobiernos, de los cuales ninguno ha cumplido su mandato original. Andreas Babler, líder socialdemócrata, se ha mostrado "muy triste" ante la decisión tomada por el presidente austriaco y lamenta la falta de comprensión entre las partes negociadoras. También ha criticado una posible coalición entre conservadores y ultraderechistas, ya que señala que tendría como bandera "una política radical de austeridad".

La decisión del Presidente de Austria ha sido tomada después de un complicado fin de semana que ha estado marcado por la ruptura de las negociaciones entre los socialdemócratas, el centrista NEOS y OVP, los cuales no han llegado a ningún acuerdo en materia de política económica. Van der Hellen estuvo cerca de conceder al FPO la oportunidad de formar gobierno pero no se llevó a cabo después de que el líder del partido le informase de su intención de establecer un "cordón sanitario" que ha acabado saltando por los aires.

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