El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no ha debido de gustarse en las fotos de los últimos meses. La crisis se ha instalado en su cuerpo: le ha restado varios kilos, y llenado la cara de arrugas y la cabeza de canas.
Como los dos primeros efectos son más difíciles de arreglar, Obama ha decidido al menos recuperar el color de su pelo, como muestran las últimas fotos. El tinte no solucionará el desempleo ni levantará a los bancos, pero al menos mejorará las fotos.
Entre las dos fotografías que se muestran tan sólo dista una semana. La gorrita le ha ayudado a disimular en muchas ocasiones lo que finalmente ha tapado con tinte.