Conflicto Rusia Ucrania
Rusia organizará más de 20 maniobras con Bielorrusia, mientras la comunidad internacional sigue de cerca los movimientos de Putin.
El despliegue militar ruso en Bielorrusia ha hecho saltar las alarmas de Occidente y la OTAN teme que la ofensiva contra Ucrania por parte de Moscú sea inminente. Además, el Kremlin ha anunciado que habrá cerca de 20 maniobras más en la zona.
Bielorrusia defenderá a su aliado ruso
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, ha prometido que acogerá "cientos de miles" de soldados rusos en caso de conflicto y que si lo hay, apoyará a su aliado ruso: "Nos hemos visto obligados a reforzar nuestra frontera con Ucrania, que tiene casi 1.500 kilómetros, y sobre el debate de si habrá guerra o no, si ellos nos invaden es lo que conseguirán".
Mientras, en las últimas horas el líder ruso, Vladímir Putin, ha evitado hablar directamente del tema, pero sí ha matizado que defienden "firmemente la ley internacional, la soberanía, la independencia y la no injerencia de otros estados en asuntos internos".
Para Putin, Estados Unidos y la Alianza Atlántica están ignorando las "justificadas inquietudes" rusas, que pasar por evitar que Ucrania sea miembro de la OTAN y que se reduzca la presencia militar de este organismo en el este de Europa.
Y Washington lanza nueva propuesta: un acuerdo bilateral para desescalar el conflicto: "La posición del Gobierno de Estados Unidos consiste en que solo se podrán alcanzar progresos en asuntos de desarme y medidas de confianza en un entorno de desescalada de las acciones amenazantes de Rusia hacia Ucrania".
Erdogan, mediador en la crisis ruso-ucraniana
Desde Turquía, su presidente Recep Tayyip Erdoğan, se ha ofrecido para mediar entre las partes y resolver el conflicto por la vía del diálogo: "Nos complacería organizar una cumbre a nivel de líderes o conversaciones a nivel técnico. Invitamos a las partes a la moderación y el diálogo".
Además, el mandatario turco ha asegurado que "como miembro de la OTAN" no quieren una guerra entre Rusia y Ucrania porque "sería un mal augurio para la región".