EN ROMA HUBO MUCHOS ALTERCADOS
Miles de portugueses se han manifestado este sábado contra los nuevos recortes en los salarios y las pensiones previstos en el Presupuesto para 2014 del Gobierno de Pedro Passos-Coehlo y han reclamado la dimisión del Ejecutivo. Por otra parte, en Roma también ha habido manifestación contra la austeridad en las proximidades del Ministerio de Economía.
Los manifestantes en Portugal quieren que el Tribunal Constitucional rechace dicho presupuesto, que incluye los ajustes necesarios para cumplir con los términos del rescate concedido a Portugal por el Fondo Monetario Internacional y la UE.
El Gobierno de centro-derecha espera que el presupuesto, publicado esta semana, lleve al país fuera del rescate y le permita volver al mercado de deuda. Pero estos objetivos podrían verse perturbados por el Constitucional, que tiene el poder de bloquear algunos recortes de gasto claves, especialmente los relativos a los salarios y las pensiones de los funcionarios.
"Luchemos para que las medidas de este presupuesto sean declaradas inconstitucionales", ha reclamado el líder del mayor sindicado del país, el CGTP -con 750.000 afiliados-, Armenio Carlos, durante la manifestación en Lisboa, donde los manifestantes han pedido la dimisión del Gobierno pese a la lluvia.
En Oporto, la segunda ciudad del país, también ha tenido lugar una manifestación en la que los organizadores aseguran que han participado unas 50.000 personas.
El presidente portugués, Anibal Cavaco Silva, puede decidir si envía el presupuesto al Tribunal Constitucional y también los partidos políticos o grupos de ciudadanos pueden solicitar que dicha corte compruebe si es conforme con la Constitución.
El Gobierno ha insistido en que no hay alternativa a rebajar los salarios públicos y las pensiones y que la senda de la dolorosa austeridad de los dos últimos años ha comenzado a dar sus frutos, ya que el país está empezando a salir de su peor recesión desde los años 1970.
Altercados en el Ministerio de Economía romano
En Italia, la policía ha realizado varias cargas contra un grupo de encapuchados que les han lanzado botellas y petardos en las proximidades del Ministerio de Economía en Roma, durante la manifestación que se convocó este sábado contra la austeridad.
Se produjeron momentos de tensión cuando un grupo de infiltrados arrojó objetos contra la sede de un movimiento de extrema derecha y después comenzó a lanzar botellas contra los furgones blindados de la policía a la altura del Ministerio de Economía.
Tras los altercados, varios furgones y centenares de agentes formaron un cordón de seguridad en torno al ministerio para evitar los ataques del grupo de encapuchados, que lograron dispersarse por las calles adyacentes.
La marcha se desarrolló sin problemas durante las primeras horas, pero justo al final comenzaron las tensiones por parte de un grupo de manifestantes que se apartaron del recorrido.
Estos lanzaron huevos contra algunas entidades bancarias y el Ministerio de Economía, y también se realizaron pintadas en la estatua del papa Juan Pablo II que se encuentra en la plaza adyacente a la estación ferroviaria de Termini, en pleno centro de Roma.
En esa zona, se encuentra la sede de Casapound, centro ocupado por militantes de extremaderecha, y allí tuvo que intervenir de nuevo la policía. Un grupo de encapuchados se separó de la marcha y lanzaron botellas contra la sede de Casapound, donde sus miembros habían también salido a la calle con cascos y mazas, y la policía se vio obligada a acordonar la zona.
Roma se encontraba completamente blindada y las fuerzas de seguridad en máxima alerta ya que se temía que se produjesen altercados durante la manifestación, sobre todo tras la expulsión este viernes de cinco anarquistas franceses que tenían planeado infiltrarse en la manifestación de mañana para provocar actos de "guerrilla urbana", según la policía italiana.
Además la policía encontró durante una inspección del recorrido piedras, mazas de hierro y otros objetos escondidos. La manifestación, con 70.000 personas según los organizadores, comenzó a las 14:00 (12:00 GMT) en la Plaza de San Juan de Letrán, donde muchos habían acampado durante la noche, y se dirigió hacia la zona de Porta Pía.
"Contra la precariedad y la austeridad organicemos nuestra cólera" y "Una sola gran obra: una casa y una renta para todos", se leía en algunas de las pancartas que abrían la marcha.
Entre los manifestantes sindicatos, asociaciones y varios colectivos para el derecho a la casa, o el No-TAV, que se opone duramente a la realización de la línea de alta velocidad Turín-Lyon, había un gran número de inmigrantes que pedían la abolición de la ley sobre inmigración vigente en el país.