El ministro polaco de Exteriores, Witold Waszczykowski
El ministro polaco de Exteriores, Witold Waszczykowski, ha rebatido las críticas internacionales a la reforma judicial impulsada por el Gobierno nacionalista de Ley y Justicia y garantizó que no afecta a la independencia de jueces y tribunales, sino que busca recuperar el respeto de los ciudadanos en el sistema.
El Ministerio emitió un comunicado en respuesta a la "preocupación" mostrada por el Gobierno estadounidense ante las reformas, un pronunciamiento que Waszczykowski consideró "prematuro" porque el procedimiento legislativo todavía sigue en marcha.
Entre protestas en la calle y advertencias de la Comisión Europea, el Senado polaco, donde Ley y Justicia cuenta con mayoría absoluta, aprobó esta madrugada el polémico proyecto de reforma del Tribunal Supremo, que queda a la espera de ser ratificado por el presidente del país, Andrzej Duda.
El comunicado de Exteriores fue publicado después de que la portavoz del departamento de Estado de EEUU, Heather Nauert, señalara que su país estaba preocupado por unas reformas que "parecen limitar al poder judicial y potencialmente debilitan el estado de derecho en Polonia", según recogen los medios polacos.
El ministro polaco de Exteriores, quien se mostró "sorprendido" por una declaración sobre una tramitación en marcha, defendió la reforma que impulsa Varsovia y aseguró que sigue "el espíritu de los sistemas judiciales de otros países europeos".
Las protestas en la calle se han sucedido a lo largo de toda la semana en paralelo a la tramitación de la reforma del Supremo, que para la mayoría de la oposición es un paso más para acabar con la separación de poderes en Polonia y para poner a los jueces bajo el control del Gobierno.
La Comisión Europea, crítica ya con la primera reforma judicial emprendida por Ley y Justicia tras llegar al poder, la del Tribunal Constitucional, ha abierto la puerta a privar a Polonia de su derecho a voto en el Consejo si sigue adelante con el proyecto.
"Individualmente, cada una de estas leyes erosionaría seriamente la independencia del poder judicial polaco si se adoptase. En conjunto, pueden abolirla completamente y pondrían la magistratura bajo el control político del Gobierno", advirtió esta semana el vicepresidente de la CE, Frans Timmermans