El país repite las presidenciales, que ganó Kenyatta que fueron anuladas por el Tribunal Supremo
Policía y manifestantes se enfrentan en bastiones de la oposición como Kisumu, Siaya o Homa Bay (oeste) y en barrios chabolistas de Nairobi como Kibera o Mathare en una jornada electoral boicoteada por la principal formación opositora y sus seguidores.
En Kisumu, los colegios electorales ni siquiera han abierto y, de hecho, la mayoría de funcionarios de la Comisión Electoral no han llegado a los almacenes designados para recoger los materiales para la votación, afirma la televisión pública KBC. En zonas del condado occidental de Siaya, seguidores de la oposición levantaron barricadas y controles informales en los que comprobaban que los vehículos no transportasen material electoral y que sus ocupantes no hubieran votado.
Los barrios chabolistas de Nairobi vuelven a ser testigos de tensión, con helicópteros sobrevolando Kibera y Mathare y disparos al aire por parte de la Policía, que ha detenido ya a varios de los manifestantes. En las redes sociales se difunden imágenes de colegios electorales totalmente vacíos en circunscripciones donde los seguidores de la NASA son mayoría.
A pesar de esto, el ministro de Interior en funciones, Fred Matiang'i, afirmó que el 90 % de los colegios electorales habían abierto, y aseguró que "no tenemos ningún problema de seguridad". El despliegue policial alcanza las 130.000 unidades en todo el país, destaca el diario Daily Nation, que recuerda que la Policía keniana no tiene más de 100.000 agentes, por lo que han tenido que incorporar a guardas forestales y funcionarios de prisiones, entre otros, al dispositivo.
De hecho, en otras partes del país la votación -o la ausencia de ella- está transcurriendo con total normalidad, aunque es cierto que la participación está siendo sensiblemente baja con respecto a la registrada en las elecciones del pasado 8 de agosto, incluso en zonas que apoyan al Gobierno del presidente Uhuru Kenyatta.