Tragedia en Seúl
El jefe de la Policía de Seúl ha lamentado que no pudieran "anticipar la tragedia". Los funerales de las 154 víctimas han comenzado ya en Corea del Sur a medida que el Gobierno anuncia ayudas de 15 millones de wones para los familiares de los fallecidos.
Corea del Sur sigue investigando la avalancha que tuvo lugar en una fiesta de Halloween, que ha dejado 154 muertos. Los investigadores están recorriendo el callejón de la tragedia, una pequeña calle empinada de apenas cuatro metros de ancho convertida en una trampa mortal, para ver qué pudo ocurrir. La Policía ha reconocido este lunes fallos en el dispositivo de seguridad.
Hong Ki Hyun, jefe de la Oficina de Gestión del Orden Público de la Policía Nacional, ha lamentado que no pudieran "anticipar la tragedia" ante las crecientes críticas por las acciones de las fuerzas de seguridad. "La Policía que se encontraba en la zona no detectó un incremento repentino de la cantidad de personas en la zona", ha aseverado, según informaciones de la agencia de noticias Yonhap.
El hecho de que Halloween no sea una fiesta organizada por una entidad concreta, como lo puede ser un festival, un concierto, un evento deportivo o una manifestación, parece complicar los protocolos de actuación en lo referente a despliegues policiales en el país asiático, por lo que muchos piden una reforma legal al respecto.
"Queríamos llegar a un club que estaba arriba de esa calle, pero nos dimos la vuelta rápido, nos dimos cuenta de que no era una buena decisión", asegura un español que estuvo en el lugar del incidente.
Este sábado, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, anunció el comienzo de un período de luto nacional. El presidente surcoreano destacó que "lo más importante" en estos momentos es "determinar las causas del accidente y prevenir incidentes similares", durante su alocución horas después de la estampida de la víspera en el barrio de Itaewon en Seúl.
La policía está tratando de identificar entre las víctimas a unas 350 personas cuyas desapariciones han sido notificadas a las autoridades locales. Cada año el barrio de Itaewon, colindante con una base militar estadounidense y conocida zona de ocio nocturno, se convierte en el punto más concurrido para celebrar Hallowen en Seúl, y según medios locales, en sus calles se habrían congregado millares de personas en esta ocasión.